El Señor me ha recompensado conforme a mi justicia, conforme a mi limpieza ante sus ojos.
2 Samuel 22:21 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 »El Señor me ha pagado conforme a mi justicia; me ha premiado conforme a la limpieza de mis manos. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Jehová me ha premiado conforme a mi justicia; Conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado. Biblia Nueva Traducción Viviente El Señor me recompensó por hacer lo correcto; me restauró debido a mi inocencia. Biblia Católica (Latinoamericana) Yavé me trató según mis méritos,
limpias son mis manos, y él me lo paga. La Biblia Textual 3a Edicion YHVH recompensó mi rectitud, Y retribuyó la pureza de mis manos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Según mi rectitud, así el socorro; mi pureza de obrar recibe recompensa. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Jehová me recompensó conforme a mi justicia; y conforme a la limpieza de mis manos, me remuneró. |
El Señor me ha recompensado conforme a mi justicia, conforme a mi limpieza ante sus ojos.
Salomón respondió: —Tú trataste con mucho amor a tu siervo David, mi padre, pues se condujo delante de ti con lealtad, justicia y honestidad. Y como hoy se puede ver, has reafirmado tu gran amor al concederle que un hijo suyo lo suceda en el trono.
óyelo tú desde el cielo y juzga a tus siervos. Condena al culpable y haz que reciba su merecido; absuelve al inocente y vindícalo por su rectitud.
La gente justa se aferra a su camino; los de manos limpias aumentan su fuerza.
Por ellas queda advertido tu siervo; quien las obedece recibe una gran recompensa.
Solo el de manos limpias y corazón puro, el que no adora ídolos vanos ni jura por dioses falsos.
¡El Señor juzgará a los pueblos! Júzgame, Señor, conforme a mi justicia; págame conforme a mi integridad.
Si los justos reciben su pago aquí en la tierra, ¡cuánto más los impíos y los pecadores!
Por lo tanto, mis queridos hermanos, manténganse firmes e inconmovibles, progresando siempre en la obra del Señor, conscientes de que su trabajo en el Señor no es en vano.
Acérquense a Dios y él se acercará a ustedes. ¡Pecadores, límpiense las manos! ¡Ustedes, los indecisos, purifiquen su corazón!
Que el Señor pague a cada uno según su rectitud y lealtad, pues hoy él lo había puesto a usted en mis manos, pero yo ni siquiera me atreví a tocar al ungido del Señor.