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2 Reyes 10:4 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Ellos se aterrorizaron y dijeron: «Si dos reyes no pudieron hacerle frente, ¿cómo podremos hacerlo nosotros?».

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Pero ellos tuvieron gran temor, y dijeron: He aquí, dos reyes no pudieron resistirle; ¿cómo le resistiremos nosotros?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces se paralizaron de miedo y dijeron: «¡Hemos visto que dos reyes no pudieron contra este hombre! ¿Qué podemos hacer nosotros?».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Quedaron aterrorizados y se dijeron: 'Si dos reyes no fueron capaces de hacerle frente, ¿cómo podremos hacerlo nosotros?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero ellos tuvieron gran temor, pues decían: He aquí los dos reyes no le resistieron, ¿cómo lograremos resistir nosotros?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero ellos se atemorizaron sobremanera y dijeron: 'Si dos reyes no han podido hacerle frente, ¿cómo vamos a resistirle nosotros?'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Mas ellos tuvieron gran temor, y dijeron: He aquí dos reyes no pudieron resistirle, ¿cómo le resistiremos nosotros?

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Otras versiones



2 Reyes 10:4
8 Referencias Cruzadas  

escojan al más capaz y noble de los hijos de Acab y pónganlo en el trono de su padre. Pero prepárense para luchar por la familia de su rey».


Pero Jehú, que ya había tensado su arco, disparó a Jorán por la espalda y la flecha le atravesó el corazón. Jorán se desplomó en el carro


Cuando Ocozías, rey de Judá, vio lo que pasaba, huyó en dirección a Bet Hagán. Pero Jehú lo persiguió y ordenó: —¡Mátenlo a él también! Y lo hirieron en su carro cuando iba por la cuesta de Gur, cerca de Ibleam, pero logró escapar y llegar a Meguido. Allí murió.


Si llegas a ponerle la mano encima, ¡jamás te olvidarás de esa batalla y no querrás repetir la experiencia!


No estoy enojado. Si me enfrentan zarzas y espinos, pelearía contra ellos y los quemaría totalmente,


«Como león que sale de la espesura del Jordán hacia praderas de verdes pastos, en un instante espantaré de su tierra a los de Edom. ¿Quién es el elegido que nombraré para esto? Porque, ¿quién como yo? ¿Quién me puede desafiar? ¿Qué pastor se me puede oponer?».


¿Quién podrá resistir su indignación? ¿Quién podrá soportar el ardor de su ira? Su furor se derrama como fuego; ante él se resquebrajan las rocas.


»O supongamos que un rey está a punto de ir a la guerra contra otro rey. ¿Acaso no se sienta primero a calcular si con diez mil hombres es posible enfrentarse al que viene contra él con veinte mil?