Bendigan al Señor, ustedes sus ángeles, paladines que ejecutan su palabra y obedecen a su voz.
2 Pedro 2:11 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 mientras que los ángeles, a pesar de superarlos en fuerza y en poder, no pronuncian contra tales seres ninguna acusación insultante en la presencia del Señor. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 mientras que los ángeles, que son mayores en fuerza y en potencia, no pronuncian juicio de maldición contra ellas delante del Señor. Biblia Nueva Traducción Viviente Aun los ángeles, que son mucho más grandes en poder y fuerza, no se atreven a presentar de parte del Señor cargos de blasfemia en contra de esos seres sobrenaturales. Biblia Católica (Latinoamericana) mientras los ángeles, superiores a ellos en fuerza y en poder, no se permiten ninguna acusación injuriosa en presencia del Señor. La Biblia Textual 3a Edicion mientras° los ángeles, que son mayores en fuerza y en poder, no llevan ante el Señor un juicio difamatorio contra ellos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 mientras que los ángeles, superiores en fuerza y en poder, no pronuncian contra ellos en la presencia del Señor juicio alguno injurioso. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mientras que los ángeles, que son mayores en fuerza y en potencia, no pronuncian juicio de maldición contra ellas delante del Señor. |
Bendigan al Señor, ustedes sus ángeles, paladines que ejecutan su palabra y obedecen a su voz.
Haces de los vientos tus mensajeros y de las llamas de fuego tus servidores.
Mi Dios envió a su ángel, quien cerró la boca a los leones. No me han hecho ningún daño, porque Dios bien sabe que soy inocente. ¡Tampoco he cometido nada malo contra Su Majestad!
los adulterios, la avaricia, la maldad, el engaño, el libertinaje, la envidia, la calumnia, la arrogancia y la necedad.
Y a ustedes que sufren, les dará descanso, lo mismo que a nosotros. Esto sucederá cuando el Señor Jesús se manifieste desde el cielo entre llamas de fuego, con sus poderosos ángeles,
Ni siquiera el arcángel Miguel, cuando argumentaba con el diablo disputándole el cuerpo de Moisés, se atrevió a pronunciar contra él un juicio de maldición, sino que dijo: «¡Que el Señor te reprenda!».