La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




2 Juan 1:5 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Y ahora, señora, ruego que nos amemos los unos a los otros. Y no es que le esté escribiendo un mandamiento nuevo, sino el que hemos tenido desde el principio.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y ahora te ruego, señora, no como escribiéndote un nuevo mandamiento, sino el que hemos tenido desde el principio, que nos amemos unos a otros.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Les escribo para recordarles, queridos amigos, que nos amemos unos a otros. Este mandamiento no es nuevo, sino que lo hemos tenido desde el principio.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Y ahora te ruego, señora -aunque no te escribo un mandamiento nuevo, sino el que tenemos desde el comienzo-, que nos amemos unos a otros.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Y ahora te ruego, oh señora, no como escribiéndote un mandamiento nuevo, sino el que teníamos desde un principio: que nos amemos unos a otros.°

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Y ahora te ruego, señora, no como quien escribe un mandamiento nuevo, sino el que teníamos desde el principio: que nos amemos unos a otros.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y ahora te ruego, señora, no como escribiéndote un mandamiento nuevo, sino aquel que hemos tenido desde el principio, que nos amemos unos a otros.

Ver Capítulo
Otras versiones



2 Juan 1:5
17 Referencias Cruzadas  

Y este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros como yo los he amado.


Este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros.


En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad,


y lleven una vida de amor, así como Cristo nos amó y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio fragante para Dios.


En cuanto al amor fraternal, no necesitan que escribamos, porque Dios mismo les ha enseñado a amarse unos a otros.


Sigan amándose unos a otros fraternalmente.


Sobre todo, ámense los unos a los otros profundamente, porque el amor cubre muchísimos pecados.


a la devoción a Dios, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.


Este es el mensaje que han oído desde el principio: que nos amemos los unos a los otros.


Y este es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo y que nos amemos los unos a los otros, pues así lo ha dispuesto.


Si alguien afirma: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto.


El anciano, a la señora elegida y a sus hijos, a quienes amo en la verdad —y no solo yo, sino todos los que han conocido la verdad—,