Entonces le dijo: —Ya no te llamarás Jacob, sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres y has vencido.
1 Samuel 26:25 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 —¡Bendito seas, David, hijo mío! —respondió Saúl—. Tú harás grandes cosas y en todo triunfarás. Luego David siguió su camino y Saúl regresó a su palacio. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y Saúl dijo a David: Bendito eres tú, hijo mío David; sin duda emprenderás tú cosas grandes, y prevalecerás. Entonces David se fue por su camino, y Saúl se volvió a su lugar. Biblia Nueva Traducción Viviente Y Saúl le dijo a David: —Bendiciones sobre tu vida, David, hijo mío. Harás muchas acciones heroicas y seguramente te irá bien en todo lo que hagas. Luego David se fue, y Saúl regresó a su casa. Biblia Católica (Latinoamericana) Saúl dijo a David: 'Bendito seas, hijo mío. Ciertamente te irá bien en todo lo que hagas'.
Después de eso, David siguió su camino y Saúl se regresó a su casa. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces Saúl dijo a David: ¡Bendito seas tú, hijo mío David! Ciertamente serás poderoso y prevalecerás. Y David siguió por su camino y Saúl se volvió a su lugar. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijo entonces Saúl a David: '¡Bendito tú, hijo mío, David! En todo cuanto hagas ciertamente triunfarás'. Tomó luego David su camino, y Saúl se volvió a su lugar. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Saúl dijo a David: Bendito eres tú, hijo mío David; sin duda ejecutarás tú grandes empresas, y prevalecerás. Entonces David se fue su camino, y Saúl se volvió a su lugar. |
Entonces le dijo: —Ya no te llamarás Jacob, sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres y has vencido.
No le creas, aunque te hable con dulzura, porque su corazón está lleno de siete abominaciones.
No prevalecerá ninguna arma que se forje contra ti; toda lengua que te acuse tú la refutarás. Esta es la herencia de los siervos del Señor, la justicia que de mí procede», afirma el Señor.
Luchó con el ángel, y lo venció; lloró y le rogó que lo favoreciera. Se lo encontró en Betel y allí habló con él;
¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación o la angustia, la persecución, el hambre, la desnudez, el peligro o la espada?
Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
¿Quién encuentra a su enemigo y le perdona la vida? ¡Que el Señor te recompense por lo bien que me has tratado hoy!
Ahora caigo en cuenta de que tú serás el rey y de que consolidarás el reino de Israel.
David se lo juró. Luego Saúl volvió a su palacio, mientras David y sus hombres subieron al refugio.