Como Jezabel estaba acabando con los profetas del Señor, Abdías había tomado a cien de ellos y los había escondido en dos cuevas, cincuenta en cada una, y les había dado de comer y de beber.
1 Samuel 22:16 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 —¡Te llegó la hora, Ajimélec! —respondió el rey—. ¡Y no solo a ti, sino a toda tu familia! Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y el rey dijo: Sin duda morirás, Ahimelec, tú y toda la casa de tu padre. Biblia Nueva Traducción Viviente —¡Ahimelec, ten por seguro que morirás junto con toda tu familia! —gritó el rey. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero el rey le dijo: 'Ajimelec vas a morir, y contigo toda la familia de tu padre'. La Biblia Textual 3a Edicion Pero el rey dijo: ¡Sin duda morirás Ahimelec, tú y toda la casa de tu padre! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero el rey declaró: 'Vas a morir irremisiblemente, Ajimélec, tú y toda la casa de tu padre'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el rey dijo: Sin duda morirás, Ahimelec, tú y toda la casa de tu padre. |
Como Jezabel estaba acabando con los profetas del Señor, Abdías había tomado a cien de ellos y los había escondido en dos cuevas, cincuenta en cada una, y les había dado de comer y de beber.
Entonces Jezabel envió un mensajero a Elías para decirle: «¡Que los dioses me castiguen sin piedad si mañana a esta hora no te he quitado la vida como tú se la quitaste a ellos!».
Y, cuando le informaron a qué pueblo pertenecía Mardoqueo, desechó la idea de matarlo solo a él y buscó la manera de exterminar a todo el pueblo de Mardoqueo, es decir, a los judíos que vivían por todo el reino de Asuero.
Un león rugiente, un oso agresivo, es el gobernante malvado que oprime a los pobres.
Tanto enfureció al rey la respuesta de los astrólogos que mandó ejecutar a todos los sabios de Babilonia.
Pero el rey respondió a los astrólogos: —Mi decisión ya está tomada: Si no me dicen lo que soñé ni me dan su interpretación, ordenaré que los corten en pedazos y que sus casas sean reducidas a cenizas.
Cuando Herodes se dio cuenta de que los sabios se habían burlado de él, se enfureció y mandó a matar a todos los niños menores de dos años en Belén y en sus alrededores, de acuerdo con el tiempo que había averiguado de los sabios.
Herodes hizo averiguaciones, pero al no encontrarlo, tomó declaración a los guardias y mandó matarlos. Después viajó de Judea a Cesarea y se quedó allí.
No se dará muerte a los padres por la culpa de sus hijos ni se dará muerte a los hijos por la culpa de sus padres. Cada uno morirá por su propio pecado.
—Jonatán, si tú no mueres, ¡que Dios me castigue sin piedad! —exclamó Saúl.
Mientras el hijo de Isaí viva en esta tierra, ¡ni tú ni tu reino estarán seguros! Así que manda a buscarlo y tráemelo, pues está condenado a morir.
¿Es acaso esta la primera vez que consulto a Dios por él? ¡Claro que no! No debiera el rey acusarnos ni a mí ni a mi familia, pues de este asunto su servidor no sabe absolutamente nada.
De inmediato el rey ordenó a los guardias que lo acompañaban: —¡Maten a los sacerdotes del Señor, pues ellos también se han puesto de parte de David! Sabían que estaba huyendo y sin embargo no me lo dijeron. Pero los oficiales del rey no se atrevieron a levantar la mano en contra de los sacerdotes del Señor.