Nunca te traje un animal despedazado por las fieras, ya que yo mismo me hacía cargo de esa pérdida. Además, lo que se robaban de día o de noche, tú me lo reclamabas.
1 Samuel 17:34 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 David respondió: —A mí me toca cuidar el rebaño de mi padre. Cuando un león o un oso viene y se lleva una oveja del rebaño, Más versionesBiblia Reina Valera 1960 David respondió a Saúl: Tu siervo era pastor de las ovejas de su padre; y cuando venía un león, o un oso, y tomaba algún cordero de la manada, Biblia Nueva Traducción Viviente Pero David insistió: —He estado cuidando las ovejas y las cabras de mi padre. Cuando un león o un oso viene para robar un cordero del rebaño, Biblia Católica (Latinoamericana) David dijo a Saúl: 'Cuando estaba guardando el rebaño de mi padre y aparecía un león o un oso para llevarse una oveja del rebaño, La Biblia Textual 3a Edicion Pero David respondió a Saúl: Tu siervo es pastor de las ovejas de su padre, y si viene un león o un oso y se lleva algún cordero del rebaño, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Replicó David a Saúl: 'Cuando tu siervo apacentaba las ovejas de su padre, si llegaba un león o un oso y se llevaba una oveja del rebaño, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y David respondió a Saúl: Tu siervo era pastor de las ovejas de su padre, y cuando venía un león, o un oso, y tomaba algún cordero del rebaño, |
Nunca te traje un animal despedazado por las fieras, ya que yo mismo me hacía cargo de esa pérdida. Además, lo que se robaban de día o de noche, tú me lo reclamabas.
Usted conoce bien a su padre David y a sus soldados: son valientes y deben estar furiosos como una osa salvaje a la que le han robado su cría. Además, su padre tiene mucha experiencia como hombre de guerra y no ha de pasar la noche con las tropas.
Benaías, hijo de Joyadá, era un guerrero de Cabsel que realizó muchas hazañas. Derrotó a dos de los mejores hombres de Moab y, en otra ocasión, cuando estaba nevando, se metió en una cisterna y mató un león.
Benaías, hijo de Joyadá, era un guerrero de Cabsel que realizó muchas hazañas. Derrotó a dos de los mejores hombres de Moab y, en otra ocasión, cuando estaba nevando, se metió en una cisterna y mató un león.
Traigo a la memoria los tiempos de antaño: medito en todas tus proezas, considero las obras de tus manos.
Como un pastor que cuida de sus ovejas cuando están dispersas, así me ocuparé de mis ovejas y las rescataré de todos los lugares donde, en un día oscuro y de nubarrones, fueron dispersadas.
Así dice el Señor: «Como un pastor rescata de la boca del león solo dos huesos de las patas o un pedazo de oreja, así serán rescatados los israelitas que viven en Samaria con un pedazo de una cama y la pata de un diván.
porque voy a levantar sobre el país a un pastor que no se preocupará por las ovejas moribundas, ni buscará a las ovejas pequeñas, ni curará a las ovejas heridas, ni dará de comer a las ovejas sanas, sino que devorará a las más gordas y les arrancará las pezuñas».
De la boca les quitaré la sangre y de entre los dientes, el alimento prohibido. También los filisteos serán un remanente de nuestro Dios; se convertirán en jefes de Judá y Ecrón será como los jebuseos.
En esa misma región había unos pastores que pasaban la noche en el campo, turnándose para cuidar su rebaño.
la perseverancia, entereza de carácter; la entereza de carácter, esperanza.
los cuales por la fe conquistaron reinos, hicieron justicia y alcanzaron lo prometido; cerraron bocas de leones,
La bestia parecía un leopardo, pero tenía patas como de oso y fauces como de león. El dragón le confirió a la bestia su poder, su trono y gran autoridad.
Pero el Espíritu del Señor vino con poder sobre Sansón, quien a mano limpia despedazó al león como quien despedaza a un cabrito. Pero no contó ni a su padre ni a su madre lo que había hecho.
solía ir adonde estaba Saúl, pero regresaba a Belén para cuidar las ovejas de su padre.
—¡Cómo vas a pelear tú solo contra este filisteo! —respondió Saúl—. No eres más que un muchacho, mientras que él ha sido un guerrero toda la vida.
yo lo persigo y lo golpeo hasta que suelta la presa. Y, si el animal me ataca, lo agarro por la melena y lo sigo golpeando hasta matarlo.