La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




1 Samuel 17:32 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Entonces David dijo a Saúl: —¡Nadie tiene por qué desanimarse a causa de este filisteo! Yo mismo iré a pelear contra él.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y dijo David a Saúl: No desmaye el corazón de ninguno a causa de él; tu siervo irá y peleará contra este filisteo.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

—No se preocupe por este filisteo —le dijo David a Saúl—. ¡Yo iré a pelear contra él!

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

David dijo a Saúl: '¡No hay por qué tenerle miedo a ése! Yo, tu servidor, iré a pelear con ese filisteo'.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Y David dijo a Saúl: No desfallezca el corazón de ningún hombre por causa de él. Tu siervo irá y peleará contra ese filisteo.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Dijo David a Saúl: 'Que no desmaye el corazón de nadie por ése; tu siervo saldrá a combatir contra ese filisteo'.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y dijo David a Saúl: No desmaye ninguno a causa de él; tu siervo irá y peleará con este filisteo.

Ver Capítulo
Otras versiones



1 Samuel 17:32
12 Referencias Cruzadas  

No me asustan los miles de escuadrones que me acosan por doquier.


digan a los de corazón temeroso: «Sean fuertes, no tengan miedo. Su Dios vendrá, vendrá con venganza; con retribución divina vendrá a salvarlos».


Dile que tenga cuidado y no pierda la calma; que no desfallezca su corazón ante el enojo ardiente de Rezín y Aram ni ante el hijo de Remalías; que no se descorazone a causa de esos dos tizones humeantes.


Caleb hizo callar al pueblo ante Moisés y dijo: —Subamos a conquistar esa tierra. Estoy seguro de que podremos hacerlo.


Así que no se rebelen contra el Señor ni tengan miedo de la gente que habita en esa tierra. ¡Ya son pan comido! No tienen quién los proteja, porque el Señor está de parte nuestra. Así que, ¡no les tengan miedo!


Por tanto, renueven las fuerzas de sus manos débiles y de sus rodillas temblorosas.


Dame, pues, la región montañosa que el Señor me prometió en esa ocasión. Desde ese día, tú bien sabes que los anaquitas habitan allí y que sus ciudades son enormes y fortificadas. Sin embargo, con la ayuda del Señor los expulsaré de ese territorio, tal como él ha prometido».


Así que Jonatán dijo a su escudero: —Vamos a cruzar hacia la guarnición de esos paganos. Espero que el Señor nos ayude, pues para él no es difícil salvarnos, ya sea con muchos o con pocos.


Uno de los cortesanos sugirió: —Conozco a un muchacho que sabe tocar el arpa. Es valiente, hábil guerrero, sabe expresarse y es de buena presencia. Además, el Señor está con él. Su padre es Isaí, el de Belén.


Algunos que oyeron lo que había dicho David se lo contaron a Saúl y este mandó a llamarlo.