Edom, Moab, Amón, Filistea y Amalec. También consagró el botín que había quitado a Hadad Ezer, hijo del rey Rejob de Sobá.
1 Samuel 15:8 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 A Agag, rey de Amalec, lo capturó vivo, pero a todos los habitantes los mató a filo de espada. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y tomó vivo a Agag rey de Amalec, pero a todo el pueblo mató a filo de espada. Biblia Nueva Traducción Viviente Capturó a Agag, el rey amalecita, pero destruyó por completo a todos los demás. Biblia Católica (Latinoamericana) Hizo prisionero a Agag, rey de los amalecitas y pasó a cuchillo a toda la población debido al anatema. La Biblia Textual 3a Edicion Y capturó vivo a Agag, rey de Amalec, y exterminó a todo el pueblo a filo de espada. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Apresó vivo a Agag, rey de Amalec, y pasó a filo de espada a todo el pueblo, en cumplimiento del anatema. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y tomó vivo a Agag, rey de Amalec, mas a todo el pueblo mató a filo de espada. |
Edom, Moab, Amón, Filistea y Amalec. También consagró el botín que había quitado a Hadad Ezer, hijo del rey Rejob de Sobá.
Los demás soldados huyeron a Afec, pero la muralla de la ciudad se desplomó sobre veintisiete mil de ellos. Ben Adad, que también se había escapado a la ciudad, andaba de escondite en escondite.
Después de destruir a los fugitivos del pueblo de Amalec que habían quedado, se establecieron allí, donde habitan hasta el día de hoy.
Después de estos acontecimientos, el rey Asuero honró a Amán, hijo de Hamedata, el descendiente de Agag, ascendiéndolo a un puesto más alto que el de todos los demás nobles que estaban con él.
»”Ninguna persona así consagrada podrá ser rescatada, sino que será condenada a muerte.
Sus cántaros rebosan de agua; su semilla goza de agua abundante. »Su rey es más grande que Agag; su reinado se engrandece.
Se apoderaron de la ciudad, de su rey y de todas sus aldeas, y mataron a filo de espada y consagraron al exterminio a todos sus habitantes. Nadie quedó con vida; todo fue arrasado. A Debir le sucedió lo mismo que había sucedido a Libná, a Hebrón y a sus respectivos reyes.
Josué conquistó todas las ciudades de aquellos reinos junto con sus reyes; a estos mató a filo de espada, destruyéndolos por completo. Así obedeció Josué todo lo que Moisés, siervo del Señor, había mandado.
—¡Yo sí he obedecido al Señor! —insistió Saúl—. He cumplido la misión que él me encomendó. Traje prisionero a Agag, rey de Amalec, pero destruí a los amalecitas.
Así que ve y ataca a los amalecitas ahora mismo. Destruye por completo todo lo que les pertenezca; no les tengas compasión. Mátalos a todos, hombres y mujeres, niños y recién nacidos, toros y ovejas, camellos y asnos”».
Luego fue a Nob, el pueblo de los sacerdotes, y mató a filo de espada a hombres y mujeres, a niños y recién nacidos, y hasta a los bueyes, asnos y ovejas.
Al tercer día David y sus hombres llegaron a Siclag, pero se encontraron con que los amalecitas habían invadido la región del Néguev y que, luego de atacar e incendiar a Siclag,