»No seas vengativo con tu prójimo ni le guardes rencor. Ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor.
1 Juan 4:21 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Y él nos ha dado este mandamiento: el que ama a Dios, ame también a su hermano. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano. Biblia Nueva Traducción Viviente Y él nos ha dado el siguiente mandato: los que aman a Dios deben amar también a sus hermanos creyentes. Biblia Católica (Latinoamericana) Pues éste es el mandamiento que recibimos de él: el que ama a Dios, ame también a su hermano. La Biblia Textual 3a Edicion Y este mandamiento tenemos de parte de Él: el que ama a Dios, ame también a su hermano. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y este mandamiento tenemos de él: que quien ama a Dios, ame también a su hermano. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y nosotros tenemos este mandamiento de Él: Que el que ama a Dios, ame también a su hermano. |
»No seas vengativo con tu prójimo ni le guardes rencor. Ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor.
Este es el mensaje que han oído desde el principio: que nos amemos los unos a los otros.
En cuanto al amor fraternal, no necesitan que escribamos, porque Dios mismo les ha enseñado a amarse unos a otros.
En fin, vivan en armonía los unos con los otros; compartan penas y alegrías, practiquen el amor fraternal, sean compasivos y humildes.
En efecto, toda la Ley se resume en un solo mandamiento: «Ama a tu prójimo como a ti mismo».
Y este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros como yo los he amado.
Y este es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo y que nos amemos los unos a los otros, pues así lo ha dispuesto.
Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a nuestros hermanos. El que no ama permanece en la muerte.
Sobre todo, ámense los unos a los otros profundamente, porque el amor cubre muchísimos pecados.
—El que se compadeció de él —contestó el experto en la Ley. —Anda entonces y haz tú lo mismo —concluyó Jesús.
Queridos hermanos, ya que Dios nos ha amado así, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros.
En Cristo Jesús de nada sirve estar o no estar circuncidados; lo que vale es la fe que actúa mediante el amor.
Queridos hijos, no amemos de palabra ni de labios para afuera, sino con hechos y de verdad.
Queridos hermanos, lo que escribo no es un mandamiento nuevo, sino uno antiguo que han tenido desde el principio. Este mandamiento antiguo es el mensaje que ya oyeron.