Ajab dijo a Elías: —¡Me has descubierto, enemigo mío! Elías respondió: —¡Sí, te he descubierto! Puesto que has ofendido al Señor con tus acciones,
Juan 7:7 - La Palabra (versión española) El mundo no tiene motivos para odiaros; a mí, en cambio, me odia porque pongo de manifiesto la malicia de sus obras. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 No puede el mundo aborreceros a vosotros; mas a mí me aborrece, porque yo testifico de él, que sus obras son malas. Biblia Nueva Traducción Viviente El mundo no puede odiarlos a ustedes, pero a mí sí me odia, porque yo lo acuso de hacer lo malo. Biblia Católica (Latinoamericana) El mundo no puede odiarlos a ustedes, pero a mí sí que me odia, porque yo muestro que sus obras son malas. La Biblia Textual 3a Edicion No puede el mundo aborreceros, pero a mí me aborrece, porque Yo testifico de él, que sus obras son malvadas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 A vosotros no os puede odiar el mundo; pero a mí me odia, porque el testimonio que doy contra él es de que sus obras son malas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No puede el mundo aborreceros a vosotros, mas a mí me aborrece, porque yo testifico de él, que sus obras son malas. |
Ajab dijo a Elías: —¡Me has descubierto, enemigo mío! Elías respondió: —¡Sí, te he descubierto! Puesto que has ofendido al Señor con tus acciones,
El rey de Israel le respondió: —Sí, aún queda alguien a través del cual podemos consultar al Señor: Miqueas, el hijo de Jimlá. Pero yo lo detesto, porque no me profetiza venturas, sino desgracias. Josafat le dijo: —El rey no debe hablar así.
Mas quien me ofende, se daña a sí mismo; los que me odian, aman la muerte».
los que engañan a la gente en un pleito, ponen trampas al defensor en el juicio y condenan por una nadería al inocente.
Así dice el Señor, redentor y Santo de Israel, al que ha sido despreciado y aborrecido de las naciones, al esclavo de los opresores: Los reyes lo verán y se pondrán de pie, los príncipes se postrarán humillados, a causa del Señor, que es fiel, del Santo de Israel, que te ha elegido.
Cuando hablo, tengo que gritar anunciando violencia y destrucción; la palabra del Señor me servía de insulto y burla todo el día.
El sacerdote lo examinará, y si aparece un tumor blancuzco en la piel, si ha cambiado el color del pelo y se descubre la carne viva,
y en un solo mes despedí a tres pastores, pues yo no los pude aguantar y ellos se cansaron de mí.
Así dice ahora el Señor del universo: Voy a entablar juicio contra vosotros y a testificar diligentemente contra los hechiceros, adúlteros o perjuros, contra los que defraudan al jornalero en su salario, contra los que oprimen a la viuda y al huérfano, o sojuzgan al extranjero y no sienten ningún respeto por mí.
¡Ay de vosotros cuando todo el mundo os alabe, porque eso es lo que hacían los antepasados de esta gente con los falsos profetas!
Yo les he confiado tu mensaje, pero el mundo los odia, porque no son del mundo, como yo tampoco soy del mundo.
La causa de esta condenación está en que, habiendo venido la luz al mundo, los seres humanos prefirieron las tinieblas a la luz, pues su conducta era mala.
Y es que el afán por satisfacer nuestros desordenados apetitos nos hace enemigos de Dios, a cuya ley ni nos sometemos ni tenemos siquiera posibilidad de hacerlo.
¡Gente infiel! ¿No sabéis que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Por tanto, quien pretende tener al mundo por amigo, se hace enemigo de Dios.
Ellos, como son mundanos, hablan de cosas mundanas, y la gente mundana les presta atención.