No disputará con nadie, no andará dando gritos, ni se oirá su voz por las calles.
Juan 2:2 - La Palabra (versión española) y lo estaban también Jesús y sus discípulos. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos. Biblia Nueva Traducción Viviente y también fueron invitados a la fiesta Jesús y sus discípulos. Biblia Católica (Latinoamericana) También fue invitado Jesús a la boda con sus discípulos. La Biblia Textual 3a Edicion Y también había sido invitado a la boda Jesús con sus discípulos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 También fueron invitados a la boda Jesús y sus discípulos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos. |
No disputará con nadie, no andará dando gritos, ni se oirá su voz por las calles.
Y el rey les dirá: «Os aseguro que todo lo que hayáis hecho en favor del más pequeño de mis hermanos, a mí me lo habéis hecho».
Y él les dirá: «Os aseguro que cuanto no hicisteis en favor de estos más pequeños, tampoco conmigo lo hicisteis».
Después de esto, bajó a Cafarnaún acompañado por su madre, sus hermanos y sus discípulos. Y permanecieron allí unos cuantos días.
Al verlo, sus discípulos se acordaron de aquellas palabras de la Escritura: El celo por tu casa me consumirá.
Por eso, cuando resucitó, sus discípulos recordaron esto que había dicho, y creyeron en la Escritura y en las palabras que Jesús había pronunciado.
Se terminó el vino, y la madre de Jesús se lo hizo saber a su hijo: —No les queda vino.
Después de esto, Jesús fue con sus discípulos a la región de Judea. Se detuvo allí algún tiempo con ellos y bautizaba a la gente.
aunque de hecho no era el mismo Jesús quien bautizaba, sino sus discípulos.
Los discípulos comentaban entre sí: —¿Será que alguien le ha traído comida?
Cuando quedaron satisfechos, Jesús dijo a sus discípulos: —Recoged lo que ha sobrado, para que no se pierda nada.
Al oír esto, muchos de los que seguían a Jesús dijeron: —Esta enseñanza es inadmisible. ¿Quién puede aceptarla?
Desde entonces, muchos discípulos suyos se volvieron atrás y ya no andaban con él.
Jesús replicó: —¿No os elegí yo a los Doce? Sin embargo, uno de vosotros es un diablo.
Se refería a Judas, hijo de Simón Iscariote. Porque Judas, que era uno de los Doce, lo iba a traicionar.
Otro de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, intervino diciendo:
sus hermanos le dijeron: —Deberías salir de aquí e ir a Judea, para que tus seguidores puedan ver también allí las obras que haces.
Cuando lo encontró, lo llevó consigo a Antioquía. Y a lo largo de todo un año trabajaron los dos juntos en aquella iglesia, instruyendo en la fe a un buen número de personas. Fue precisamente en Antioquía donde por primera vez se llamó «cristianos» a los discípulos [de Jesús].
Decidieron, pues, los fieles, conforme a las posibilidades de cada uno, enviar ayuda para atender a las necesidades de los hermanos residentes en Judea.
En cualquier caso, tanto si coméis como si bebéis o hacéis cualquier otra cosa, hacedlo todo para gloria de Dios.
Durante la vida de su marido, la mujer está ligada a él; pero si el marido muere, la mujer queda libre para casarse con quien le plazca, siempre que lo hagan como cristianos.
En fin, cuanto hagáis o digáis, hacedlo todo en nombre de Jesús, el Señor, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
Que todos respeten el matrimonio y mantengan limpia su vida conyugal, pues Dios juzgará con severidad a los adúlteros y lujuriosos.
¿No ves que estoy llamando a la puerta? Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré en su compañía.