Entonces el rey se levantó, se sentó en la puerta y avisaron a la tropa: —El rey está sentado en la puerta. Y toda la tropa se presentó ante el rey. Los israelitas habían huido a sus tiendas,
2 Samuel 8:1 - La Palabra (versión española) Después de esto, David derrotó a los filisteos, los sometió y les arrebató Gat y sus dominios. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Después de esto, aconteció que David derrotó a los filisteos y los sometió, y tomó David a Meteg-ama de mano de los filisteos. Biblia Nueva Traducción Viviente Después David derrotó y sometió a los filisteos al conquistar Gat, su ciudad más grande. Biblia Católica (Latinoamericana) Después de eso David venció a los filisteos, quienes se declararon sus súbditos; así puso fin David al dominio filisteo. La Biblia Textual 3a Edicion Aconteció después de esto que David derrotó a los filisteos y los sometió, y David tomó la rienda de la capital° de mano de los filisteos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Después de esto, David derrotó a los filisteos, los humilló y les arrebató de las manos Gat y sus dependencias. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Después de esto, aconteció que David hirió a los filisteos y los sometió; y tomó David a Metegama de mano de los filisteos. |
Entonces el rey se levantó, se sentó en la puerta y avisaron a la tropa: —El rey está sentado en la puerta. Y toda la tropa se presentó ante el rey. Los israelitas habían huido a sus tiendas,
Joab y Abisay se lanzaron en persecución de Abner y al ponerse el sol llegaron a Amá, frente a Guiaj, en el camino del desierto de Gabaón.
Tú me libras de las disputas de mi pueblo, me pones al frente de las naciones, me sirven pueblos que no conozco.
Cuando los filisteos oyeron que habían ungido a David como rey de Israel, subieron todos para atacarlo. David se enteró y bajó a la fortaleza.
David actuó tal y como el Señor le había ordenado y derrotó a los filisteos desde Gabaón hasta la entrada de Guézer.
te he acompañado por dondequiera que has ido, te he librado de tus enemigos y pienso hacerte tan famoso como los más famosos de la tierra.
Tú me libras de las disputas del pueblo, me pones al frente de las naciones, me sirven pueblos que no conozco.
Tú haces temblar la tierra, la resquebrajas, ¡cierra sus grietas pues se está desmoronando!
es Moab la vasija en que me lavo, sobre Edom arrojo mi sandalia, sobre Filistea proclamo mi victoria».
Todos ellos, por la fe, conquistaron reinos, gobernaron con justicia, vieron realizarse las promesas, cerraron bocas de leones,
extinguieron fuegos violentos, se libraron de morir a filo de espada, superaron enfermedades, derrocharon valor en la guerra y aniquilaron ejércitos extranjeros.
Los filisteos, derrotados, ya no volvieron a invadir el territorio israelita y el Señor los tuvo sometidos mientras vivió Samuel.