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2 Samuel 4:9 - La Palabra (versión española)

Pero David respondió a Recab y a su hermano Baaná, hijos de Rimón de Beerot: —¡Vive el Señor que ha salvado mi vida de todo peligro!

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y David respondió a Recab y a su hermano Baana, hijos de Rimón beerotita, y les dijo: Vive Jehová que ha redimido mi alma de toda angustia,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pero David les dijo a Recab y a Baana: —El Señor, quien me salva de todos mis enemigos, es mi testigo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pero David respondió a Recab y a su hermano Baana, hijos de Rimón de Beerot: 'Por Yavé que vive y que me ha librado de todos mis problemas,

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero David respondió a Recab y a su hermano Baana, hijos de Rimón beerotita, diciendo: ¡Vive YHVH que ha redimido mi alma de toda adversidad!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero David respondió a Recab y a su hermano Baaná, hijos de Rimón de Beerot, y les dijo: '¡Por vida de Yahveh que me ha librado de toda angustia!

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y David respondió a Recab y a su hermano Baana, hijos de Rimón beerotita, y les dijo: Vive Jehová que ha redimido mi alma de toda adversidad,

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Otras versiones



2 Samuel 4:9
14 Referencias Cruzadas  

el ángel que me ha librado de todo mal, bendiga a estos muchachos; que en ellos se perpetúe mi nombre y el de mis padres, Abrahán e Isaac; que crezcan y se multipliquen en medio de la tierra.


Isbóset tenía dos jefes de banda: uno se llamaba Baaná y el otro Recab, hijos de Rimón de Beerot, de la tribu de Benjamín, pues también Beerot forma parte de Benjamín.


Entonces David hizo este juramento: —¡Vive Dios que me ha salvado de todos los peligros!


él libra tu vida de la fosa, te corona de amor y de ternura;


Los salvó de la mano de su enemigo, los libró de la garra de su rival.


Que lo digan los que el Señor ha salvado, los que ha salvado del poder del enemigo,


Gritan y el Señor los escucha, de todas sus angustias los libra.


El Señor libera a sus siervos, los que en él confían no serán castigados.


Acércate a mí y redímeme, rescátame porque tengo enemigos.


Te cantarán jubilosos mis labios, se alegrará mi vida que tú rescataste.


Y así como yo he respetado hoy tu vida, que el Señor respete la mía y me libre de cualquier peligro.