Una tarde, después de levantarse de la siesta y mientras paseaba por la terraza de palacio, David vio desde allí a una mujer que se estaba bañando. Era una mujer muy hermosa.
2 Samuel 4:5 - La Palabra (versión española) Recab y Baaná, los hijos de Rimón de Beerot, partieron y a la hora más calurosa del día llegaron a la casa de Isbóset, que estaba durmiendo la siesta. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Los hijos, pues, de Rimón beerotita, Recab y Baana, fueron y entraron en el mayor calor del día en casa de Is-boset, el cual estaba durmiendo la siesta en su cámara. Biblia Nueva Traducción Viviente Cierto día, Recab y Baana, los hijos de Rimón de Beerot, fueron a la casa de Is-boset cerca del mediodía mientras él dormía la siesta. Biblia Católica (Latinoamericana) Los hijos de Rimón de Beerot, Recab y Baana, se dirigieron a la casa de Isbaal; llegaron cuando hacía más calor en el día, mientras éste dormía la siesta. La Biblia Textual 3a Edicion Los hijos de Rimón beerotita, Recab y Baana, fueron y entraron al mediodía en casa de Is-boset, mientras estaba durmiendo la siesta. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Recab y Baaná, hijos de Rimón de Beerot, se pusieron en camino a la hora más calurosa del día y llegaron a casa de Isbaal, quien se hallaba en la cama durmiendo la siesta. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los hijos de Rimón beerotita, Recab y Baana, fueron y entraron en el mayor calor del día en casa de Isboset, el cual estaba durmiendo en su cámara al mediodía. |
Una tarde, después de levantarse de la siesta y mientras paseaba por la terraza de palacio, David vio desde allí a una mujer que se estaba bañando. Era una mujer muy hermosa.
Pero Abner, hijo de Ner y jefe del ejército de Saúl, tomó a Isbóset, hijo de Saúl, se lo llevó a Majanáin
Isbóset tenía dos jefes de banda: uno se llamaba Baaná y el otro Recab, hijos de Rimón de Beerot, de la tribu de Benjamín, pues también Beerot forma parte de Benjamín.
Su oficial Zimrí, jefe de la mitad de los carros, se sublevó contra él mientras se emborrachaba en casa de Arsá, mayordomo de palacio.
Cuando los sirios se retiraron, dejándolo gravemente enfermo, sus súbditos conspiraron contra él en venganza por la muerte del hijo del sacerdote Joyadá, lo hirieron en su lecho y murió. Lo sepultaron en la ciudad de David, fuera del panteón real.
Algún tiempo después de que Amasías se apartara del Señor, tramaron contra él una conspiración en Jerusalén y huyó a Laquis. Pero enviaron gente a Laquis en su persecución y lo mataron allí.