Y a Amasá le diréis: «Tú eres mi pariente. Que Dios me castigue si no te nombro general vitalicio del ejército en sustitución de Joab».
2 Samuel 3:12 - La Palabra (versión española) Entonces Abner envió unos mensajeros a proponer en su nombre a David: —¿De quién es el país? Haz un pacto conmigo y yo te ayudaré a poner a todo Israel de tu parte. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Entonces envió Abner mensajeros a David de su parte, diciendo: ¿De quién es la tierra? Y que le dijesen: Haz pacto conmigo, y he aquí que mi mano estará contigo para volver a ti todo Israel. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Abner envió mensajeros a decirle a David: «¿Acaso no le pertenece a usted toda la tierra? Haga un pacto solemne conmigo y le ayudaré a que todo Israel se ponga de su parte». Biblia Católica (Latinoamericana) Abner mandó mensajeros a David: 'Haz un pacto conmigo y yo te ayudaré a reunir alrededor tuyo a todo Israel'. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces Abner envió mensajeros a David para decirle de parte suya: ¿De quién es la tierra? Y que también le dijeran: Concerta pacto conmigo, y he aquí mi mano estará contigo para hacer que todo Israel se vuelva a ti. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Abner envió mensajeros a David para que le dijeran de su parte: '¿A quién pertenece el país?'. Y añadieron: 'Haz un trato conmigo y me pondré de tu parte para inclinar hacia ti a todo Israel'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y envió Abner mensajeros a David de su parte, diciendo: ¿De quién es la tierra? Y que le dijesen: Haz alianza conmigo, y he aquí que mi mano será contigo para volver a ti a todo Israel. |
Y a Amasá le diréis: «Tú eres mi pariente. Que Dios me castigue si no te nombro general vitalicio del ejército en sustitución de Joab».
El rey siguió hasta Guilgal y Quimeán iba con él. Todo Judá y la mitad de Israel acompañaban al rey.
Entonces Joab se presentó ante el rey y le dijo: —Hoy has cubierto de vergüenza a tus servidores que acaban de salvaros la vida a ti, a tus hijos e hijas, y a tus mujeres y concubinas;
David respondió: —Está bien. Haré un pacto contigo. Solo te pongo una condición: no te recibiré si, cuando vengas a verme, no me traes a Mical, la hija de Saúl.
Luego Abner dijo a David: —Ahora me iré a reunir a todo Israel ante el rey, mi señor, para que hagan un pacto contigo y puedas ser rey, como deseas. David despidió a Abner y él se marchó en paz.
Cuando Abner volvió a Hebrón, Joab se lo llevó aparte, junto a la puerta de la ciudad, como para hablar con él en privado, y allí mismo lo hirió en el vientre y lo mató para vengar a su hermano Asael.
El rey dijo a sus servidores: —Habréis de saber que hoy ha caído en Israel un gran jefe.
Solo un soplo es el ser humano, solo un espejismo son los mortales; todos puestos en una balanza, todos juntos, pesan menos que un soplo.