él y su padre Jamor fueron a la puerta de la ciudad y hablaron así a sus conciudadanos:
2 Samuel 15:2 - La Palabra (versión española) Se ponía temprano junto al camino de la entrada de la ciudad y a todo el que llegaba con algún pleito a pedir justicia al rey, Absalón lo llamaba y le preguntaba: «¿De qué ciudad eres?». Cuando el interpelado le respondía: «este siervo tuyo es de tal tribu de Israel», Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y se levantaba Absalón de mañana, y se ponía a un lado del camino junto a la puerta; y a cualquiera que tenía pleito y venía al rey a juicio, Absalón le llamaba y le decía: ¿De qué ciudad eres? Y él respondía: Tu siervo es de una de las tribus de Israel. Biblia Nueva Traducción Viviente Cada mañana se levantaba temprano e iba a la puerta de la ciudad. Cuando la gente llevaba un caso al rey para que lo juzgara, Absalón le preguntaba de qué parte de Israel era, y la persona le mencionaba a qué tribu pertenecía. Biblia Católica (Latinoamericana) Muy temprano iba Absalón a pararse al lado del camino que lleva a la puerta de la ciudad. Cada vez que un hombre tenía un pleito y debía presentarse en casa del rey para el juicio, Absalón lo llamaba y le preguntaba: '¿De qué ciudad eres tú?' Si el otro respondía: 'Tu servidor es de tal tribu de Israel', La Biblia Textual 3a Edicion Y Absalón se levantaba temprano y se situaba a un lado del camino junto a la puerta,° y a cualquiera que tenía un pleito y acudía ante el rey para juicio, Absalón lo llamaba y le decía: ¿De qué ciudad eres? Y él decía: Tu siervo es de una de las tribus de Israel. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Absalón madrugaba y se ponía junto al camino de acceso a la puerta. Conversaba con cuantos acudían a jucio ante el rey para pleitear y les decía: '¿De qué ciudad eres tú?'. Éste respondía: 'De tal tribu de Israel es tu servidor'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y se levantaba Absalón de mañana, y se ponía a un lado del camino de la puerta; y a cualquiera que tenía pleito y venía al rey a juicio, Absalón le llamaba a sí, y le decía: ¿De qué ciudad eres? Y él respondía: Tu siervo es de una de las tribus de Israel. |
él y su padre Jamor fueron a la puerta de la ciudad y hablaron así a sus conciudadanos:
Así que, decídete y sal a animar a los soldados; pues te juro por Dios que si no sales ahora, no quedará nadie contigo esta noche; y esta será la peor de todas las desgracias que te hayan sobrevenido desde tu juventud hasta ahora.
Ellos le dijeron: —Si te portas bien con esta gente, si los complaces y les respondes con buenas palabras, ellos te servirán de por vida.
El asesino madruga con el alba para matar a pobres y necesitados; por la noche se dedica a robar.
Viendo el suegro de Moisés todo lo que hacía este por el pueblo, le dijo: —¿Por qué te sientas tú solo a juzgar al pueblo mientras son multitud los que acuden a ti desde la mañana hasta la noche?
Vienen a mí con sus querellas, yo se las dirimo y también los instruyo en las leyes y mandamientos del Señor.
Ellos eran los jueces ordinarios del pueblo; acudían a Moisés en los asuntos graves, y el resto lo resolvían ellos.
Solo cuando hacen daño, duermen tranquilos los malvados; solo haciendo caer a alguien, logran conciliar el sueño;
Ocupará su lugar en el trono una persona despreciable, a quien nadie le ha concedido el honor de la realeza. Invadirá el reino cuando sus habitantes estén confiados y se hará con él mediante intrigas.
Al amanecer el nuevo día, los jefes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo tomaron el acuerdo de matar a Jesús.
Si en tu ciudad se da un caso que para ti resulta demasiado difícil de juzgar, tal como homicidio, pleito, violencia u otro asunto grave, irás al lugar que el Señor tu Dios haya escogido
Boaz fue a sentarse a la puerta de la ciudad y cuando pasó el rescatador del que antes había hablado, lo llamó: —Oye, paisano, acércate y siéntate aquí. Él se acercó y se sentó.