Los amonitas comprendieron que habían provocado a David y enviaron a contratar como mercenarios a veinte mil soldados arameos de Bet Rejob y de Sobá, a mil hombres del rey de Maacá y doce mil hombres de Tob.
2 Samuel 10:8 - La Palabra (versión española) Los amonitas salieron y formaron en orden de batalla a la entrada de la ciudad. Los arameos de Sobá y Rejob y los hombres de Tob y Maacá se quedaron aparte, en el campo. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y saliendo los hijos de Amón, se pusieron en orden de batalla a la entrada de la puerta; pero los sirios de Soba, de Rehob, de Is-tob y de Maaca estaban aparte en el campo. Biblia Nueva Traducción Viviente Las tropas amonitas se pusieron en pie de guerra a la entrada de la puerta de la ciudad, mientras que los arameos de Soba y Rehob, junto con los hombres de Tob y Maaca, tomaron posiciones para pelear a campo abierto. Biblia Católica (Latinoamericana) Los amonitas salieron y se pusieron en orden de batalla a la entrada de la puerta, mientras que los arameos de Soba y de Rejob más la gente de Tob y de Maacá se quedaban a pleno campo. La Biblia Textual 3a Edicion Y los amonitas salieron a presentar batalla a la entrada de la puerta, y los sirios de Soba, de Rehob, de Is-tob y de Maaca, estaban aparte° en el campo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Salieron los amonitas y se pusieron en orden de combate a la entrada de la puerta, mientras que los arameos de Sobá y de Rejob, y los hombres de Tob y de Maacá, estaban aparte en campo abierto. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y saliendo los hijos de Amón, ordenaron sus escuadrones a la entrada de la puerta; pero los sirios de Soba, y de Rehob, y de Istob, y de Maaca, estaban aparte en el campo. |
Los amonitas comprendieron que habían provocado a David y enviaron a contratar como mercenarios a veinte mil soldados arameos de Bet Rejob y de Sobá, a mil hombres del rey de Maacá y doce mil hombres de Tob.
Cuando Joab se vio envuelto en un doble frente, por delante y por detrás, escogió un grupo selecto de soldados israelitas y tomó posiciones frente a los arameos.
Elifélet, hijo de Ajasbay, de Maacá; Elián, hijo de Ajitófel, el guilonita;
Había reunido consigo unos cuantos hombres y se había convertido en jefe de bandidos. Cuando David los atacó, ellos huyeron a Damasco y se establecieron allí, llegando a reinar en Damasco.
Y tomaron a sueldo treinta y dos mil carros y al rey de Maacá con su ejército, que acamparon delante de Madabá. Los amonitas por su parte se reunieron en sus ciudades, dispuestos para la batalla.
Los amonitas salieron y formaron en orden de batalla a la entrada de la ciudad, mientras los reyes aliados se quedaban aparte, en el campo.
Entonces se trasladaron a Mispá, junto a Godolías, los siguientes: Ismael, hijo de Natanías; Yojanán y Jonatán, hijos de Caréaj; Seraías, hijo de Tanjumet; los hijos de Efaí, el netofatita; y Jezanías, el maacatita; acudieron todos estos junto con sus hombres.
Subieron los exploradores y recorrieron la tierra desde el desierto de Sin hasta Rejob, en Lebó-Jamat.
Tampoco Aser pudo expulsar a los habitantes de Aco, ni a los de Sidón, ni a los de Majaleb, ni a los de Aczib, ni a los de Jelbá, ni a los de Afic, ni a los de Rejob;
Jefté huyó lejos de sus hermanos y se quedó en el país de Tob. Se le unió una banda de gente miserable y juntos hacían incursiones.
Cuando los amonitas atacaron a Israel, los ancianos de Galaad fueron al país de Tob a buscar a Jefté.