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1 Samuel 4:3 - La Palabra (versión española)

Cuando el ejército volvió al campamento, los ancianos de Israel dijeron: —¿Por qué ha permitido el Señor que hoy nos derrotaran los filisteos? ¡Vamos a traernos de Siló el Arca de la alianza del Señor, para que nos acompañe y nos libre de nuestros enemigos!

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Cuando volvió el pueblo al campamento, los ancianos de Israel dijeron: ¿Por qué nos ha herido hoy Jehová delante de los filisteos? Traigamos a nosotros de Silo el arca del pacto de Jehová, para que viniendo entre nosotros nos salve de la mano de nuestros enemigos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Terminada la batalla, las tropas se retiraron a su campamento, y los ancianos de Israel se preguntaban: «¿Por qué permitió el Señor que los filisteos nos derrotaran?». Después dijeron: «Traigamos de Silo el arca del pacto del Señor. Si la llevamos con nosotros a la batalla, nos salvará de nuestros enemigos».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Cuando el pueblo regresó al campamento, los ancianos de Israel se preguntaron: '¿Por qué Yavé nos aplastó hoy ante los filisteos? ¡Vamos a Silo y traigamos el arca de Dios! Que esté aquí con nosotros y que nos salve de nuestros enemigos'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Cuando el pueblo regresó al campamento, los ancianos de Israel dijeron: ¿Por qué nos ha herido hoy YHVH ante los filisteos? Traigámonos el Arca del Pacto de YHVH desde Silo, para que Él pueda estar entre nosotros y salvarnos de mano de nuestros enemigos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Volvió el ejército al campamento, y los ancianos de Israel se preguntaron: '¿Por qué Yahveh nos ha derrotado hoy ante los filisteos? Vamos a traer de Siló el arca de la alianza de Yahveh, para que venga en medio de nosotros y nos salve de la mano de nuestros enemigos'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y cuando el pueblo volvió al campamento, los ancianos de Israel dijeron: ¿Por qué nos ha herido hoy Jehová delante de los filisteos? Traigamos a nosotros de Silo el arca del pacto de Jehová, para que viniendo entre nosotros nos salve de la mano de nuestros enemigos.

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Otras versiones



1 Samuel 4:3
34 Referencias Cruzadas  

El rey dijo a Sadoc: —Devuelve el Arca de Dios a la ciudad, que si alcanzo el favor del Señor, él me permitirá volver a ver el Arca y su morada.


Una vez que David se hubo instalado en su casa dijo al profeta Natán: —Mira, yo estoy viviendo en una casa de cedro, mientras que el Arca de la alianza del Señor está bajo una lona.


¿Por qué, Dios, nos has abandonado para siempre y tu ira se ha encendido contra tu rebaño?


¿Por qué está inactiva tu mano y tu diestra reposa en tu regazo?


Así dice el Señor: ¿Dónde está el acta de divorcio según la cual repudié a vuestra madre? ¿A cuál de mis acreedores os he vendido como esclavos? Por vuestras culpas fuisteis vendidos, solo por vuestras rebeldías fue repudiada vuestra madre.


«¿Para qué ayunamos si no nos miras, nos mortificamos y no te das cuenta?». Porque el día de ayuno buscáis vuestro interés y sois implacables con vuestros sirvientes.


No es tan corta la mano del Señor que no pueda salvar; tampoco su oído es tan duro que no pueda oír;


son vuestros pecados los que crean un abismo entre vosotros y vuestro Dios; son vuestros delitos los que hacen que oculte su rostro y no os oiga, por no veros ni oíros.


Cuando por aquel entonces os multipliquéis y fructifiquéis en el país —oráculo del Señor—, no volverán a nombrar el Arca de la alianza del Señor; no se recordará ni se hablará de ella. No la echarán de menos ni se construirá otra.


No confiéis en las mentiras de quienes dicen: «Este es el Templo del Señor, el Templo del Señor, el Templo del Señor».


Marcharon, pues, del monte del Señor e hicieron tres jornadas de camino. El Arca de la alianza del Señor los acompañó durante los tres días de camino, buscándoles un lugar donde acampar;


Cuando el Arca se ponía en marcha, Moisés decía: —¡Ponte, Señor, en acción! Que sean dispersados tus enemigos y huyan de tu presencia los que te aborrecen.


Y Moisés envió a la guerra a esos mil de cada tribu, con Finés, hijo del sacerdote Eleazar, como sacerdote de campaña, encargado de llevar los objetos sagrados y de hacer sonar las trompetas.


Y les responderán: «Porque este pueblo abandonó la alianza que el Señor, el Dios de sus antepasados, hizo con ellos; él los sacó de Egipto,


—Tomad este libro de la ley y ponedlo junto al Arca de la alianza del Señor vuestro Dios; que quede allí como testimonio contra ti,


y querrán aparentar una vida piadosa cuya autenticidad quedará desmentida por su conducta. ¡Apártate de esa clase de gente!


donde había un incensario de oro y el Arca de la alianza totalmente recubierta de oro. En esta última se guardaba una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón en otro tiempo florecida y las tablas sobre las que estaban escritas las cláusulas de la alianza.


les responderéis: «Es que las aguas del Jordán quedaron cortadas ante el Arca de la alianza del Señor: cuando el Arca cruzaba el Jordán, las aguas del Jordán se cortaron». Estas piedras servirán a los israelitas de recuerdo para siempre.


Josué, hijo de Nun, llamó a los sacerdotes y les dijo: —Tomad el Arca de la alianza y que siete sacerdotes vayan delante del Arca del Señor llevando siete trompetas de cuerno de carnero.


Dijo Josué: —¡Ah, Señor mi Dios! ¿Por qué has hecho cruzar el Jordán a este pueblo? ¿Lo has hecho para entregarnos en manos de los amorreos y acabar con nosotros? ¡Ojalá hubiésemos seguido viviendo al otro lado del Jordán!


Ahora que Israel ha huido ante sus enemigos, ¿qué puedo decir yo?


Aquello fue una imagen del bautismo que ahora os salva. Bautismo que no consiste en quitar una suciedad corporal, sino en comprometerse ante Dios a llevar una conducta limpia. Y os salva en virtud de la resurrección de Jesucristo,


Aunque lo conocéis todo perfectamente, quiero recordaros que si bien el Señor liberó al pueblo de la opresión egipcia, después aniquiló a los incrédulos.


Entonces lo llevó al santuario del Señor en Siló, junto con un novillo, un saco de harina y un pellejo de vino.


Entonces Saúl dijo a Ajías: —Trae aquí el Arca de Dios. (Pues aquel día el Arca de Dios estaba con los israelitas).


Los filisteos se desplegaron para atacar a Israel, se entabló el combate e Israel fue derrotado por los filisteos, perdiendo a cuatro mil hombres en el campo de batalla.