1 Juan 3:3 - La Palabra (versión española) Esta esperanza que hemos puesto en él es la que nos va perfeccionando, como él es perfecto. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro. Biblia Nueva Traducción Viviente Y todos los que tienen esta gran expectativa se mantendrán puros, así como él es puro. Biblia Católica (Latinoamericana) Y si es esto lo que esperamos de él, querremos ser santos como él es santo. La Biblia Textual 3a Edicion Y todo el que tiene esta esperanza en Él, se purifica a sí mismo, como Él es puro. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Quien tiene esta esperanza en él se vuelve puro, como puro es él. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cualquiera que tiene esta esperanza en Él, se purifica a sí mismo, así como Él es puro. |
Vosotros tenéis que ser perfectos, como es perfecto vuestro Padre celestial.
Por ellos yo me consagro para que también ellos sean consagrados por medio de la verdad.
No ha hecho ninguna diferencia entre ellos y nosotros y ha purificado sus corazones por la fe.
Y añade Isaías: Surgirá un descendiente de la familia de Jesé; se alzara para gobernar a los pueblos y en él pondrán las naciones su esperanza.
Tales son, queridos míos, las promesas que tenemos. Purifiquémonos, pues, de todo cuanto contamine el cuerpo o el espíritu y realicemos plenamente nuestra consagración viviendo en el respeto a Dios.
Os anima a ello la esperanza del premio que tenéis reservado en el cielo y que habéis conocido por medio del evangelio que es palabra verdadera.
¡Ojalá que nuestro Señor Jesucristo y nuestro Padre Dios que nos ha amado y que generosamente nos otorga un consuelo eterno y una espléndida esperanza,
Justificados así por la gracia de Dios, hemos sido constituidos herederos con la esperanza de recibir la vida eterna.
Procurad estar en paz con todos y llevar una vida de consagrados; sin ello nadie verá al Señor.
Ofrecía así dos garantías, ambas irrevocables, porque Dios no puede engañar, y proporcionaba un poderoso consuelo a quienes se refugiaban en él para mantener la esperanza a que estamos destinados.
Un sumo sacerdote así era el que nosotros necesitábamos: santo, inocente, incontaminado, sin connivencia con los pecadores y encumbrado hasta lo más alto de los cielos.
Acercaos a Dios, y Dios se acercará a vosotros. ¡Limpiad vuestras manos, pecadores! ¡Purificad vuestros corazones, los que os portáis con doblez!
Por el contrario, comportaos en todo santamente, como santo es el que os llamó.
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo que, por su inmenso amor y mediante la resurrección de Jesucristo de la muerte, nos ha hecho renacer a una esperanza viviente,
a través de preciosos y sublimes dones prometidos. De este modo podréis participar de la misma condición divina, habiendo huido de la corrupción que las pasiones han introducido en el mundo.
Por tanto, queridos, en espera de tales acontecimientos, esforzaos por vivir en paz con Dios, limpios e intachables.
pues quien se precia de vivir unido a él, debe comportarse como se comportó Jesucristo.
Nuestro amor alcanza su más alto nivel de perfección cuando, al compartir nosotros ya en este mundo la condición de Cristo, nos hace esperar confiados el día del juicio.