La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




1 Juan 1:1 - La Palabra (versión española)

Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que hemos contemplado y tocado con nuestras manos en relación con la Palabra de la vida

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Les anunciamos al que existe desde el principio, a quien hemos visto y oído. Lo vimos con nuestros propios ojos y lo tocamos con nuestras propias manos. Él es la Palabra de vida.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Aquí tienen lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos y palpado con nuestras manos -me refiero a la Palabra que es vida.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Lo que era desde un° principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y palparon nuestras manos acerca del Verbo° de la vida,

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y lo que nuestras manos han palpado acerca de la Palabra de la vida -

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y palparon nuestras manos, tocante al Verbo de vida

Ver Capítulo
Otras versiones



1 Juan 1:1
23 Referencias Cruzadas  

¿Quién lo ha hecho y realizado? El que llama al futuro desde el principio. Yo soy el Señor, el primero; y estaré presente con los últimos.


Por eso el Señor abandonará a los suyos hasta que dé a luz la que ha de dar a luz. Y el que aún quede de sus hermanos volverá a reunirse con el pueblo de Israel.


tal y como nos los transmitieron quienes desde el principio fueron testigos presenciales y encargados de anunciar el mensaje.


Mirad mis manos y mis pies: soy yo mismo. Tocadme y miradme. Los fantasmas no tienen carne ni huesos, como veis que yo tengo.


El que lo vio da testimonio de ello y su testimonio es verdadero y está seguro de que habla con verdad para que también vosotros creáis.


Después dijo a Tomás: —Trae aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y métela en la herida de mi costado. Y no seas incrédulo, sino creyente.


Pues lo mismo que el Padre tiene la vida en sí mismo, también le concedió al Hijo el tenerla,


Jesús les respondió: —Os aseguro que antes de que Abrahán naciera, existo yo.


A estos mismos apóstoles se presentó después de su muerte y les dio pruebas abundantes de que estaba vivo, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles del reino de Dios.


Por nuestra parte, no podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído.


¿cómo podremos salir nosotros bien parados si desdeñamos una salvación tan valiosa como esta? Me refiero a la salvación que comenzó siendo anunciada por el Señor, que nos confirmaron quienes la escucharon


Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado a su Hijo como salvador del mundo.


Porque los testigos son tres:


que ordenaba: —Escribe en un libro todo lo que veas y envíalo a estas siete iglesias: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardes, Filadelfia y Laodicea.


«Yo soy el Alfa y la Omega —dice el Señor Dios— el que es, el que era y el que está a punto de llegar, el dueño de todo».


Viste un manto empapado en sangre y su nombre es «La Palabra de Dios».


Escribe al ángel de la iglesia de Esmirna. Esto dice el primero y el último, el que murió, pero ha vuelto a la vida: