Vuestro padre es el diablo, y vosotros tratáis de hacer lo que él quiere. Siempre ha sido un asesino y un gran mentiroso. Todo lo que dice son solo mentiras, y hace que las personas mientan.
1 Juan 2:4 - Biblia Lenguaje Básico Si alguien dice: «Yo conozco a Dios», pero no le obedece, es un mentiroso y no dice la verdad. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; Biblia Nueva Traducción Viviente Si alguien afirma: «Yo conozco a Dios», pero no obedece los mandamientos de Dios, es un mentiroso y no vive en la verdad; Biblia Católica (Latinoamericana) Si alguien dice: 'Yo lo conozco', pero no guarda sus mandatos, ése es un mentiroso y la verdad no está en él. La Biblia Textual 3a Edicion El que dice: Yo lo conozco, y no guarda sus mandamientos, es mentiroso, y la verdad no está en él; Biblia Serafín de Ausejo 1975 Quien dice: 'Yo lo conozco', pero no guarda sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; |
Vuestro padre es el diablo, y vosotros tratáis de hacer lo que él quiere. Siempre ha sido un asesino y un gran mentiroso. Todo lo que dice son solo mentiras, y hace que las personas mientan.
Porque hay muchos, sobre todo entre los judíos que se han hecho cristianos, que son unos rebeldes y engañan a los demás con su palabrería.
Dicen que conocen a Dios pero, cuando vemos el mal que hacen, sabemos que eso no es cierto. Son gente odiosa y rebelde, incapaz de hacer algo bueno.
Si decimos que nunca hemos hecho lo que está mal, hacemos que Dios parezca un mentiroso y no hemos aceptado el mensaje que él nos ha dado.
Si decimos que somos amigos de Dios y, al mismo tiempo, vivimos pecando, entonces somos unos mentirosos y vivimos lejos de la verdad.
Si decimos que no hemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no decimos la verdad.
Si alguno dice que vive en la luz, pero odia a su hermano, en realidad vive en una gran oscuridad.
Por eso, cualquiera que quiera mantenerse unido a Jesucristo, no puede seguir pecando. El que peca, es porque ni lo ha visto ni lo ha conocido.
Si decimos que amamos a Dios y al mismo tiempo odiamos a nuestros hermanos, somos unos mentirosos. Porque si no amamos al hermano, a quien podemos ver, ¿cómo podremos amar a Dios a quien no vemos?
Queridos hermanos, debemos amarnos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama es hijo de Dios y conoce a Dios.