2 Samuel 1:2 - Biblia Universidad de Jerusalem Al tercer día llegó del campamento uno de los hombres de Saúl, con los vestidos rotos y cubierta de polvo su cabeza; al llegar donde David cayó en tierra y se postró. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Al tercer día, sucedió que vino uno del campamento de Saúl, rotos sus vestidos, y tierra sobre su cabeza; y llegando a David, se postró en tierra e hizo reverencia. Biblia Nueva Traducción Viviente Al tercer día llegó un hombre del campamento del ejército de Saúl con sus ropas rasgadas y polvo sobre la cabeza en señal de duelo. El hombre cayó al suelo y se postró delante de David con profundo respeto. Biblia Católica (Latinoamericana) Al tercer día llegó un hombre del campamento de Saúl: tenía la ropa hecha tiras y tierra en la cabeza. Apenas llegó donde David, se tiró al suelo y se postró. La Biblia Textual 3a Edicion Al tercer día sucedió que llegó un hombre del campamento de Saúl, con sus vestidos rotos y tierra sobre su cabeza. Y ocurrió que cuando llegó ante David, cayó en tierra° y se postró. Biblia Serafín de Ausejo 1975 al tercer día llegó del campamento de Saúl un hombre con los vestidos desgarrados y cubierta de polvo la cabeza. Al acercarse a David, se echó a tierra y se postró ante él. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Al tercer día, sucedió que vino un hombre del campamento de Saúl, rotas sus vestiduras, y tierra sobre su cabeza; y llegando a David, se postró en tierra, e hizo reverencia. |
Vuelve Rubén al pozo, y he aquí que José nos estaba en el pozo. El desgarró sus ropas,
Jacob desgarró su vestido, se echó un sayal a la cintura e hizo duelo por su hijo durante muchos días.
Y le dijeron: 'Está bien tu siervo, nuestro padre: todavía vive.' Y postrándose se inclinaron.
David le dijo: '¿De dónde vienes?' Le respondió: 'Vengo huyendo del campamento de Israel.'
Tamar puso ceniza sobre su cabeza, rasgó la túnica de mangas que llevaba, puso sus manos sobre la cabeza y se iba gritando mientras caminaba.
Entró, pues, donde el rey la mujer de Técoa y cayendo sobre su rostro en tierra se postró y dijo: '¡Sálvame, oh rey!'
Cuando David llegó a la cima donde se postran ante Di-s, le salió al encuentro Jusay el arquita, amigo de David, con la túnica desgarrada y cubierta de polvo su cabeza.
Miró Arauná y vio al rey y a sus servidores que venían hacia él. Entonces Arauná salió y se postró rostro en tierra ante el rey.
Al que me anunció que Saúl había muerto, creyendo que me daba buena noticia, le agarré y ordené matarle en Siquelag dándole este pago por su buena noticia;
decid a Di-s: ¡Qué terribles tus obras!Por la grandeza de tu fuerza, tus enemigos vienen a adularte;
Lanzarán su clamor por ti, gritarán amargamente.Se echarán polvo en la cabeza, se revolcarán en la ceniza;
Dentro de dos días nos dará la vida, al tercer día nos hará resurgir y en su presencia viviremos.
Desgarrad vuestro corazón y no vuestros vestidos, volved a Adonai vuestro Di-s, porque él es clemente y compasivo, tardo a la cólera, rico en amor, y se ablanda ante la desgracia.
Porque de la misma manera que Jonás=estuvo en el vientre del cetáceo tres días y tres noches,=así también el Hijo del hombre estará en el seno de la tierra tres días y tres noches.
Desde entonces comenzó Yeshúa a manifestar a sus discípulos que él debía ir a Yerushalaim y sufrir mucho de parte de los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, y ser matado y resucitar al tercer día.
Josué desgarró sus vestidos, se postró rostro en tierra delante del arca de Adonai hasta la tarde, junto con los ancianos de Israel, y todos esparcieron polvo sobre sus cabezas.
Mira que te voy a entregar algunos de la Sinagoga de Satán, de los que se proclaman judíos y no lo son, sino que mienten; yo haré que=vayan a postrarse delante de tus pies,=para que sepan=que yo te he amado.=
Se marchó el muchacho y David se levantó de junto a la loma y, cayendo sobre su rostro en tierra, se postró tres veces. Se abrazaron los dos y lloraron copiosamente.
Apenas vio a David, se apresuró Abigaíl a bajar del asno y cayendo ante David se postró en tierra, y
Un hombre de Benjamín salió corriendo del campo de batalla y llegó a Silo aquel mismo día, con los vestidos rotos y la cabeza cubierta de polvo.
El hombre dijo a Elí: 'Vengo del campo de batalla, he huido hoy del campo.' Elí preguntó: ¿Qué ha pasado, hijo mío?'