Tranquilas están las moradas de los ladrones, y seguros los que provocan a Dios; en cuya mano hace Dios que caiga la presa.
Lucas 12:16 - Biblia Version Moderna (1929) ¶También les habló una parábola, diciendo: El campo de cierto hombre rico había producido mucho: Más versionesBiblia Reina Valera 1960 También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego les contó una historia: «Un hombre rico tenía un campo fértil que producía buenas cosechas. Biblia Católica (Latinoamericana) A continuación les propuso este ejemplo: 'Había un hombre rico, al que sus campos le habían producido mucho. La Biblia Textual 3a Edicion Y les refirió una parábola, diciendo: La tierra de cierto° hombre rico produjo buenas cosechas; Biblia Serafín de Ausejo 1975 Luego les dijo esta parábola: 'Un hombre muy rico tenía una finca que le dio una gran cosecha. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho; |
Tranquilas están las moradas de los ladrones, y seguros los que provocan a Dios; en cuya mano hace Dios que caiga la presa.
Dios les concede estar en seguridad; por eso están confiados: pero los ojos de él están sobre sus caminos.
¡He aquí, éstos son inicuos; mas prosperan de continuo, aumentan sus riquezas!
Porque tuve envidia de los soberbios, al ver la prosperidad de los inicuos.
He aquí que fué esta la iniquidad de tu hermana Sodoma: La soberbia, la hartura de pan y el reposo próspero, que tenía ella y sus hijas; y no apoyaba la mano del pobre y del menesteroso.
Porque ella no considera que yo le daba el trigo, y el vino, y el aceite; y que yo le multiplicaba la plata y el oro, que ellos usan para honrar a Baal.
Mas parte cayó en tierra buena, y dio fruto; cual de a ciento por uno, cual de a sesenta, y cual de a treinta.
de modo que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos; pues él hace que su sol se levante sobre malos y buenos, y hace llover sobre justos e injustos.
Les dijo, pues: Mirad, y guardaos de toda suerte de codicia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.
y él discurría dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré? porque no tengo donde pueda recoger mis frutos.
aunque no ha dejado de dar testimonio respecto de sí mismo, haciendo beneficios a todos, y dándoos lluvias desde el cielo, y estaciones fructíferas, llenando vuestros corazones de mantenimiento y de alegría.