La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Rut 3:3 - Biblia Martin Nieto

Lávate, perfúmate, vístete con los mejores vestidos y vete a la era, pero sin dejarte ver hasta que haya terminado de comer y beber.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Te lavarás, pues, y te ungirás, y vistiéndote tus vestidos, irás a la era; mas no te darás a conocer al varón hasta que él haya acabado de comer y de beber.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Mira, haz lo que te digo. Báñate, perfúmate y vístete con tu ropa más linda. Después baja al campo de trillar, pero no dejes que Booz te vea hasta que termine de comer y de beber.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Lávate, perfúmate, vístete lo mejor que puedas y vete a su era, pero no te dejes ver hasta que haya terminado de comer y beber.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Lávate pues, y úngete, y ponte tus mejores° vestidos, y baja a la era; pero no te des a conocer al hombre hasta que haya terminado de comer y beber.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Lávate, pues, y perfúmate; ponte tu manto y baja a la era. No te des a conocer a él antes de que haya terminado de comer y de beber.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Te lavarás pues, y te ungirás, y te pondrás tu vestido y bajarás a la era; pero no te darás a conocer al varón hasta que él haya acabado de comer y de beber.

Ver Capítulo
Otras versiones



Rut 3:3
10 Referencias Cruzadas  

Entonces David se levantó del suelo, se bañó, se perfumó, cambió sus ropas, entró en el templo y adoró al Señor. Volvió a su casa, pidió que le sirviesen de comer y comió.


Entonces Joab mandó a buscar a Técoa una mujer hábil y le dijo: 'Finge que estás de luto y ponte vestidos de luto; no te perfumes, de modo que parezcas una mujer que, desde hace tiempo, lleva luto por un muerto.


Tres días después, Ester, revestida de reina, llegó al atrio interior de palacio, ante la cámara real. Asuero estaba sentado en el trono en la sala real, de cara a la puerta.


el pan que le da fuerzas, y el vino que le alegra el corazón y hace brillar su rostro más que el mismo aceite.


Lleva en todo tiempo vestidos blancos, y que el perfume no falte sobre tu cabeza.


Te lavé con agua, te limpié tu sangre y te ungí con óleo;


Tú, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lávate la cara,


Booz, con cuyos segadores has estado, es nuestro pariente. Mira, esta tarde él limpiará en su era.


Cuando se haya acostado, fíjate bien dónde duerme; ve después, le descubres los pies y te acuestas; él te indicará lo que debes hacer'.