Los supervivientes huyeron a la ciudad de Afec; pero la muralla se desplomó sobre los siete mil hombres que quedaban. También Ben Hadad huyó a la ciudad, escondiéndose de estancia en estancia.
Lucas 13:4 - Biblia Martin Nieto ¿Creéis que aquellos dieciocho sobre los que cayó la torre de Siloé y los mató eran los únicos culpables entre todos los vecinos de Jerusalén? Más versionesBiblia Reina Valera 1960 O aquellos dieciocho sobre los cuales cayó la torre en Siloé, y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que todos los hombres que habitan en Jerusalén? Biblia Nueva Traducción Viviente ¿Y qué piensan de los dieciocho que murieron cuando la torre de Siloé les cayó encima? ¿Acaso eran los peores pecadores de Jerusalén? Biblia Católica (Latinoamericana) Y aquellas dieciocho personas que quedaron aplastadas cuando la torre de Siloé se derrumbó, ¿creen ustedes que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? La Biblia Textual 3a Edicion O aquellos dieciocho, sobre quienes cayó la torre en Siloé y los mató, ¿pensáis que ellos fueron más culpables que todos los hombres que habitan en Jerusalem? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y de aquellos dieciocho sobre los cuales se desplomó la torre de Siloé y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que todos los demás habitantes de Jerusalén? Biblia Reina Valera Gómez (2023) O aquellos dieciocho sobre los cuales cayó la torre en Siloé, y los mató, ¿pensáis que ellos eran más pecadores que todos los hombres que habitan en Jerusalén? |
Los supervivientes huyeron a la ciudad de Afec; pero la muralla se desplomó sobre los siete mil hombres que quedaban. También Ben Hadad huyó a la ciudad, escondiéndose de estancia en estancia.
La puerta de la Fuente la restauró Salún, hijo de Col José, jefe del distrito de Mispá; la construyó, la techó y colocó sus hojas, cerraduras y barras; reparó también el muro de la alberca del rey, hasta la gradería que baja de la ciudad de David.
se levantó un gran viento del lado del desierto, que sacudió las cuatro esquinas de la casa, y ésta se derrumbó sobre los jóvenes, que quedaron muertos. Sólo yo pude escapar para traerte la noticia'.
Porque este pueblo ha despreciado las plácidas aguas de Siloé y se ha desmayado ante Rasín y el hijo de Romelías,
perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden,
perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en la tentación'.
Él contestó: 'Ese hombre que se llama Jesús hizo lodo, me untó con ello los ojos y me dijo: Ve a lavarte a Siloé. Fui, me lavé y vi'.
'Ve a lavarte en la piscina de Siloé' (que significa enviado). Fue, se lavó y volvió con vista.
Cuando los indígenas vieron la víbora colgando de su mano, se decían unos a otros: 'Este hombre es ciertamente un asesino; se ha librado del mar, pero la justicia divina no le permite vivir'.