Abrahán cayó rostro en tierra y se puso a reír diciéndose a sí mismo: '¿A un hombre de cien años le podrá nacer un hijo, y Sara a los noventa años podrá ser madre?'.
Lucas 1:7 - Biblia Martin Nieto No tenían hijos, porque Isabel era estéril y los dos de avanzada edad. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Pero no tenían hijo, porque Elisabet era estéril, y ambos eran ya de edad avanzada. Biblia Nueva Traducción Viviente No tenían hijos porque Elisabet no podía quedar embarazada y los dos eran ya muy ancianos. Biblia Católica (Latinoamericana) No tenían hijos, pues Isabel no podía tener familia, y los dos eran ya de edad avanzada. La Biblia Textual 3a Edicion Y no tenían descendencia, porque Elisabet era estéril, y ambos eran ya bien avanzados en días. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero no tenían hijos, porque Isabel era estéril; además, eran ambos de avanzada edad. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y no tenían hijo, porque Elisabet era estéril, y ambos eran ya de edad avanzada. |
Abrahán cayó rostro en tierra y se puso a reír diciéndose a sí mismo: '¿A un hombre de cien años le podrá nacer un hijo, y Sara a los noventa años podrá ser madre?'.
Abrahán y Sara eran viejos, muy entrados en años, y Sara ya no tenía el período de las mujeres.
Isaac rezó al Señor por su mujer, que era estéril. El Señor le escuchó, y Rebeca quedó encinta.
Viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana y dijo a Jacob: 'Dame hijos, si no me muero'.
Cuando el rey David se hizo viejo, de edad muy avanzada, aunque lo arropaban bien, no entraba en calor.
Eliseo dijo: '¿Qué podríamos hacer por ella?'. Guejazí respondió: '¡No tiene hijos y su marido es ya viejo!'.
En tiempos de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote de nombre Zacarías, del grupo de Abías, cuya mujer era descendiente de Aarón y se llamaba Isabel.
Ambos eran justos ante Dios, pues guardaban irreprochablemente todos los mandamientos y preceptos del Señor.
Estando él de servicio ante Dios en el turno de su grupo, le tocó en suerte,
Su fe no decayó, aunque veía que su cuerpo estaba ya sin vigor al tener casi cien años, y que el seno de Sara estaba ya como muerto.
Por la fe recibió también Sara el poder de concebir, fuera de la edad propicia, porque creyó; en la fidelidad de aquel que se lo había prometido.
Tenía dos mujeres: una llamada Ana, y la otra, Peniná. Peniná tenía hijos; Ana no los tenía.