La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Levítico 21:7 - Biblia Martin Nieto

No tomarán por esposa una mujer prostituta, violada o divorciada, pues el sacerdote está consagrado a su Dios.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Con mujer ramera o infame no se casarán, ni con mujer repudiada de su marido; porque el sacerdote es santo a su Dios.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

»No se permite a los sacerdotes casarse con una mujer contaminada por la prostitución, ni casarse con una mujer divorciada, porque los sacerdotes están separados como santos para su Dios.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

No tomarán una mujer prostituta o deshonrada, ni tampoco una mujer despedida por su marido, porque el sacerdote está consagrado a Dios.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

No tomarán mujer ramera o deshonrada, no tomarán mujer repudiada por su marido, porque es° santo a su Dios.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

No tomarán por esposa a una mujer prostituida o deshonrada, ni a una mujer repudiada por su marido; pues el sacerdote está consagrado a su Dios.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

No tomará por esposa a mujer ramera o infame; ni tomará mujer repudiada de su marido; porque él es santo a su Dios.

Ver Capítulo
Otras versiones



Levítico 21:7
7 Referencias Cruzadas  

Unos tres meses después le contaron a Judá: 'Tu nuera Tamar se ha prostituido y ha quedado encinta'. Judá dijo: 'Que sea sacada y quemada'.


Esto dice el Señor: ¿Dónde está el acta de divorcio por la que yo he despedido a vuestra madre? O ¿cuál es mi acreedor a quien yo os haya vendido? Por vuestras culpas fuisteis vendidos, por vuestros pecados fue despedida vuestra madre.


No tomarán por esposa ni una viuda ni una mujer divorciada, sino una virgen de la casa de Israel; podrán, no obstante, casarse con una viuda de un sacerdote.


Le tendrás por santo, pues él es quien ofrece el alimento a tu Dios; tenle por santo, porque santo soy yo, que os santifico.


Las mujeres, igualmente, que sean dignas, no chismosas, moderadas en la bebida, fieles en todo.