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Jueces 10:1 - Biblia Martin Nieto

Después de Abimelec surgió, para salvar a Israel, Tolá, hijo de Fuá, hijo de Dodó, de la tribu de Isacar. Habitaba en Samir, en la montaña de Efraín.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Después de Abimelec, se levantó para librar a Israel Tola hijo de Fúa, hijo de Dodo, varón de Isacar, el cual habitaba en Samir en el monte de Efraín.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Después de la muerte de Abimelec, la siguiente persona que rescató a Israel fue Tola, hijo de Púa, hijo de Dodo. Era de la tribu de Isacar pero vivía en la ciudad de Samir, en la zona montañosa de Efraín.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Después de Abimelec surgió Tola, hijo de Puá, hijo de Dodó, para librar a Israel. Era de la tribu de Isacar y vivía en Samir, en la montaña de Efraín.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Después de Abimelec, se levantó para librar a Israel, Tola ben Púa, hijo de Dodo, varón de Isacar, el cual habitó en Samir, en la serranía de Efraín.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Después de Abimélec surgió para salvar a Israel Tolá, hijo de Puá, hijo de Dodó, de la tribu de Isacar, que residía en Samir, en la montaña de Efraín.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y después de Abimelec se levantó para librar a Israel, Tola, hijo de Púa, hijo de Dodo, varón de Isacar, el cual habitaba en Samir, en el monte de Efraín.

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Otras versiones



Jueces 10:1
8 Referencias Cruzadas  

Hijos de Isacar: Tolá, Puvá, Yasub y Simrón.


En la montaña: Samir, Yatir, Socó,


Fue juez en Israel durante veintitrés años. Murió y fue sepultado en Samir.


Después de él fue juez de Israel Ibsán, de Belén.


Entonces el Señor hizo surgir jueces que los libraron del poder de sus opresores.


Tan pronto como llegó a tierra de Israel, tocó la trompeta en la montaña de Efraín, y los israelitas bajaron con él de la montaña. Él iba en cabeza.


clamaron al Señor, y el Señor hizo surgir un libertador para salvarlos: Otoniel, hijo de Quenaz, hermano menor de Caleb.


Dios hizo igualmente recaer sobre la cabeza de los hombres de Siquén el mal que habían hecho, cumpliéndose la maldición de Jotán, el hijo de Yerubaal.