y les dijo: 'Vosotros sabéis que a un judío le está prohibido juntarse con extranjeros y entrar en su casa. Pero Dios me ha enseñado a no llamar profano o impuro a ningún hombre;
Juan 4:9 - Biblia Martin Nieto La samaritana le dijo: '¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?'. (Es que los judíos no se tratan con los samaritanos). Más versionesBiblia Reina Valera 1960 La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí. Biblia Nueva Traducción Viviente La mujer se sorprendió, ya que los judíos rechazan todo trato con los samaritanos. Entonces le dijo a Jesús: —Usted es judío, y yo soy una mujer samaritana. ¿Por qué me pide agua para beber? Biblia Católica (Latinoamericana) La samaritana le dijo: '¿Cómo tú, que eres judío, me pides de beber a mí, que soy una mujer samaritana?' (Se sabe que los judíos no tratan con los samaritanos). La Biblia Textual 3a Edicion Le dice entonces la mujer samaritana: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy una mujer samaritana? (Porque judíos y samaritanos no comparten).° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces le pregunta la mujer samaritana: '¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mi, que soy samaritana?'. [Porque los judíos no se tratan con los samaritanos.] Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces la mujer samaritana le dijo: ¿Cómo es que tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque los judíos no tienen tratos con los samaritanos. |
y les dijo: 'Vosotros sabéis que a un judío le está prohibido juntarse con extranjeros y entrar en su casa. Pero Dios me ha enseñado a no llamar profano o impuro a ningún hombre;
Los judíos le replicaron: 'Con razón decimos que eres samaritano y que estás endemoniado'.
Jesús envió a estos doce con estas instrucciones: 'No vayáis por tierra de paganos, ni entréis en ciudad de samaritanos.
pero recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros para que seáis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta los confines de la tierra'.
En esto llegaron sus discípulos y se admiraron de que estuviera hablando con una mujer. Pero ninguno se atrevió a decirle qué le estaba preguntando o por qué estaba hablando con ella.
Pero llegó un samaritano, que iba de viaje, y, al verlo, se compadeció de él;
Envía a Jafa a llamar a Simón Pedro, que se hospeda en casa de Simón, curtidor, junto al mar.