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Juan 4:36 - Biblia Martin Nieto

El segador cobra el salario y recoge el fruto para la vida eterna. Así se alegra tanto el que siega como el que siembra.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra goce juntamente con el que siega.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

A los segadores se les paga un buen salario, y los frutos que cosechan son personas que pasan a tener la vida eterna. ¡Qué alegría le espera tanto al que siembra como al que cosecha!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

El segador ya recibe su paga y junta el grano para la vida eterna, y con esto el sembrador también participa en la alegría del segador.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Ya el que siega recibe salario y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra se alegre juntamente con el que siega.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

el segador recibe su salario y recoge el fruto para vida eterna, de suerte que lo mismo se alegren el que siembra y el que siega.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna; para que el que siembra como el que siega juntos se regocijen.

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Otras versiones



Juan 4:36
20 Referencias Cruzadas  

El injusto adquiere ganancias falsas, pero el que siembra la justicia tiene recompensa verdadera.


El fruto de la justicia es un árbol de vida, y la violencia arranca las vidas.


Los sabios brillarán entonces como el resplandor del firmamento, y los que enseñaron a muchos la justicia, como las estrellas por toda la eternidad.


Y todo el que deje casa, hermanos o hermanas, padre o madre, o hijos o campos por mi causa recibirá el ciento por uno y heredará la vida eterna'.


El que cree en el hijo tiene vida eterna; el que no quiere creer en el hijo no verá la vida; la ira de Dios pesa sobre él'.


pero el que beba del agua que yo le dé no tendrá sed jamás; más aún, el agua que yo le daré será en él manantial que salta hasta la vida eterna'.


Os aseguro que el que escucha mis palabras y cree en el que me ha enviado tiene vida eterna y no será condenado, sino que ha pasado de la muerte a la vida.


Quiero que sepáis, hermanos, que muchas veces me he propuesto ir a veros (pero hasta el presente no he podido) para lograr algún fruto también entre vosotros como entre los demás pueblos.


la vida eterna a los que, mediante la perseverancia en las buenas obras, buscan la gloria, el honor y la inmortalidad;


Pero ahora, libres del pecado y al servicio de Dios, tenéis como fruto la consagración a Dios y como resultado final la vida eterna.


Porque el salario del pecado es la muerte; pero el don de Dios es la vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro.


Si hiciera esto por propia voluntad, merecería recompensa; pero si lo hago por mandato, cumplo con una misión que se me ha confiado.


¿Cuál es, pues, mi recompensa? Que predico el evangelio y lo hago gratuitamente, no haciendo valer mis derechos por la evangelización.


Y es que, ¿quién es en verdad nuestra esperanza, nuestro gozo, nuestra corona de gloria delante de nuestro Señor Jesucristo en el día de su venida? ¿Quién sino vosotros?


Cuida de ti mismo y de lo que enseñas. Persevera en estas cosas. Si lo haces así, te salvarás a ti y a los que te escuchan.