¿Es que a vuestros ojos es una cueva de ladrones este templo que lleva mi nombre? Pero yo no estoy ciego -dice el Señor-.
Juan 2:16 - Biblia Martin Nieto Y dijo a los vendedores de palomas: 'Quitad esto de aquí; no hagáis de la casa de mi Padre un mercado'. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego se dirigió a los que vendían palomas y les dijo: «Saquen todas esas cosas de aquí. ¡Dejen de convertir la casa de mi Padre en un mercado!». Biblia Católica (Latinoamericana) A los que vendían palomas les dijo: 'Saquen eso de aquí y no conviertan la Casa de mi Padre en un mercado. La Biblia Textual 3a Edicion y dijo a los que vendían las palomas: ¡Quitad esto de aquí, y no hagáis la Casa de mi Padre casa de mercado! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y a los que vendían palomas les dijo: 'Quitad esto de aquí; no hagáis de la casa de mi Padre una casa de comercio'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre una casa de mercado. |
¿Es que a vuestros ojos es una cueva de ladrones este templo que lleva mi nombre? Pero yo no estoy ciego -dice el Señor-.
Jesús entró en el templo y echó a todos los que estaban allí vendiendo y comprando. Volcó las mesas de los cambistas y los puestos de los vendedores de palomas,
y les dijo: 'Está escrito: Mi casa es casa de oración; pero vosotros la habéis convertido en una cueva de ladrones'.
Pero ellos no hicieron caso y se fueron, unos a su campo y otros a su negocio;
Y les enseñaba diciendo: '¿No está escrito que mi casa es casa de oración para todas las naciones? Pero vosotros la habéis convertido en una cueva de ladrones'.
Les contestó: '¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debo ocuparme en los asuntos de mi Padre?'.
Mi Padre, que me las ha dado, es más que todas las cosas; y nadie puede arrebatar nada de la mano de mi Padre.
Hizo un látigo de cuerdas y los echó a todos del templo, con las ovejas y los bueyes; esparció por el suelo las monedas de los cambistas y volcó las mesas.
Jesús le dijo: 'Suéltame, que aún no he subido al Padre; anda y di a mis hermanos que me voy con mi Padre y vuestro Padre, con mi Dios y vuestro Dios'.
Jesús contestó: 'Yo no estoy endemoniado; honro a mi Padre; pero vosotros me deshonráis a mí.
conflictos interminables, propios de personas obcecadas e ignorantes, que piensan que la religión es un negocio;
Llevados de la avaricia, os explotarán con palabras llenas de falsedad; hace mucho tiempo que la condenación los amenaza y su ruina no duerme.