Los sumos sacerdotes y sus criados, al verlo, gritaron: '¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!'. Pilato les dijo: 'Tomadlo vosotros y crucificadlo, pues yo no encuentro culpa en él'.
| Juan 19:4 - Biblia Martin Nieto Pilato salió otra vez fuera y les dijo: 'Ved que os lo saco para que sepáis que no encuentro en él culpa alguna'.  Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Entonces Pilato salió otra vez, y les dijo: Mirad, os lo traigo fuera, para que entendáis que ningún delito hallo en él.  Biblia Nueva Traducción Viviente Pilato volvió a salir y le dijo al pueblo: «Ahora lo voy a traer, pero que quede bien claro que yo no lo encuentro culpable de nada».  Biblia Católica (Latinoamericana) Pilato volvió a salir y les dijo: 'Miren, se lo traigo de nuevo fuera; sepan que no encuentro ningún delito en él.  La Biblia Textual 3a Edicion Otra vez salió Pilato, y les dice: Mirad, os lo traigo fuera para que sepáis que ningún delito hallo en él.  Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pilato salio de nuevo fuera y dice a los judíos: 'Mirad; os lo traigo fuera, para que sepáis que no encuentro en él ningún delito'.  Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Pilato salió otra vez, y les dijo: He aquí, os lo traigo fuera, para que entendáis que ninguna falta hallo en Él.  | 
Los sumos sacerdotes y sus criados, al verlo, gritaron: '¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!'. Pilato les dijo: 'Tomadlo vosotros y crucificadlo, pues yo no encuentro culpa en él'.
Pilato le dijo: '¿Y qué es la verdad?'. Dicho esto, salió fuera otra vez y dijo a los judíos: 'Yo no encuentro en él culpa alguna.
Pilato dijo a los sumos sacerdotes y a la gente: 'No encuentro ninguna culpa en este hombre'.
El oficial, al ver lo que había ocurrido, daba gloria a Dios, diciendo: 'Verdaderamente este hombre era justo'.
Y sabéis que él se ha manifestado para quitar los pecados, y que no hay pecado en él.
Pues también Cristo murió una vez por los pecados el justo por los injustos, con el fin de llevarnos a Dios. Sufrió la muerte corporal, pero fue devuelto a la vida espiritual;
Al que no conoció pecado, le hizo pecado en lugar nuestro, para que nosotros seamos en él justicia de Dios.
Nosotros estamos aquí en justicia, porque recibimos lo que merecen nuestras fechorías; pero éste no ha hecho nada malo'.
El centurión, por su parte, y los que con él estaban custodiando a Jesús, al ver el terremoto y las cosas que ocurrían, tuvieron mucho miedo y decían: 'Verdaderamente éste era hijo de Dios'.
Viendo Pilato que nada conseguía, sino que aumentaba el alboroto, mandó que le trajeran agua y se lavó las manos ante el pueblo, diciendo: 'Soy inocente de esta sangre. ¡Vosotros veréis!'.
Estando en el tribunal, su mujer mandó a decirle: 'No resuelvas nada contra ese justo, porque he sufrido mucho hoy en sueños por causa de él'.
'He pecado entregando sangre inocente'. Ellos dijeron: '¿A nosotros qué? ¡Tú verás!'.
Tal era precisamente el sumo sacerdote que nos convenía: santo, inocente, sin mancha, separado de los pecadores y elevado más alto que los cielos;
Pilato volvió a entrar en el palacio, llamó a Jesús y le preguntó: '¿Eres tú el rey de los judíos?'.