Elías se presentó al pueblo y dijo: '¿Hasta cuándo andaréis cojeando de las dos piernas? Si el Señor es Dios, seguidle; y si lo es Baal, seguidle a él'. Pero el pueblo no respondió palabra.
Juan 10:27 - Biblia Martin Nieto Mis ovejas escuchan mi voz. Yo las conozco y ellas me siguen; Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, Biblia Nueva Traducción Viviente Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco, y ellas me siguen. Biblia Católica (Latinoamericana) Mis ovejas escuchan mi voz y yo las conozco. Ellas me siguen, La Biblia Textual 3a Edicion Mis ovejas oyen mi voz, y Yo las conozco, y me siguen, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mis ovejas oyen mi voz: yo las conozco y ellas me siguen. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen; |
Elías se presentó al pueblo y dijo: '¿Hasta cuándo andaréis cojeando de las dos piernas? Si el Señor es Dios, seguidle; y si lo es Baal, seguidle a él'. Pero el pueblo no respondió palabra.
Porque, lo mismo que el cielo nuevo y la nueva tierra que yo creo subsisten ante mí -dice el Señor-, así subsistirán vuestra raza y vuestro nombre.
Luego dijo a sus discípulos: 'El que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.
Aún estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió, y una voz desde la nube dijo: 'Éste es mi hijo amado, mi predilecto, escuchadlo'.
Entonces yo les diré: 'Nunca os conocí. Apartaos de mí, agentes de injusticias'.
Jesús lo miró con amor y le dijo: 'Te queda una cosa que hacer: Anda, vende todo lo que tienes, dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme'.
Llamó a la gente y a sus discípulos y les dijo: 'El que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.
Pero él os dirá: No sé de dónde sois; apartaos de mí, agentes de injusticias.
Y les decía a todos: 'El que quiera venir en pos de mí niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame.
Tengo otras ovejas que no son de este redil. También a ellas tengo que apacentarlas. Ellas escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño y un solo pastor.
Todos los que vinieron antes de mí eran ladrones y salteadores, pero las ovejas no les hicieron caso.
El que quiera ponerse a mi servicio, que me siga, y donde esté yo allí estará también mi servidor. A quien me sirva, mi Padre lo honrará.
Jesús le dijo: 'Si yo quiero que éste se quede hasta que yo venga, a ti ¿qué? Tú sígueme'.
Os aseguro que llega la hora, y en ella estamos, en que los muertos escucharán la voz del hijo de Dios, y los que la escuchen vivirán.
Jesús les habló de nuevo: 'Yo soy la luz del mundo. El que me siga no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida'.
pero ahora que conocéis a Dios, o, mejor dicho, que sois conocidos por Dios, ¿cómo os volvéis de nuevo a los débiles y pobres elementos, a los cuales nuevamente queréis servir otra vez como esclavos?
Sin embargo, el sólido fundamento de Dios se mantiene firme bajo este lema: El Señor conoce a los suyos y que se aparte de la injusticia el que pronuncia el nombre del Señor.
Éstos son los que no se han manchado con mujeres, porque son vírgenes; éstos siguen al cordero adondequiera que va; fueron rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el cordero;
Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre, entraré en su casa, cenaré con él y él conmigo.