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Jonás 1:14 - Biblia Martin Nieto

Entonces clamaron al Señor y dijeron: 'Señor, no nos hagas perecer por la vida de este hombre ni nos hagas responsables de sangre inocente, ya que tú, Señor, puedes hacer lo que quieras'.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Entonces clamaron a Jehová y dijeron: Te rogamos ahora, Jehová, que no perezcamos nosotros por la vida de este hombre, ni pongas sobre nosotros la sangre inocente; porque tú, Jehová, has hecho como has querido.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces clamaron al Señor, Dios de Jonás: «Oh Señor —le rogaron—, no nos dejes morir por el pecado de este hombre y no nos hagas responsables de su muerte. Oh Señor, has enviado esta tormenta sobre él y solo tú sabes por qué».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Entonces invocaron a Yavé y le dijeron: 'Oh Yavé, no nos hagas perecer a todos por causa de este hombre, ni nos consideres culpables de su muerte, ya que tú, Yavé, has obrado todo según deseabas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Entonces clamaron a YHVH, y dijeron: ¡Oh YHVH, te rogamos, no nos hagas perecer por la vida de este hombre, ni nos imputes sangre inocente, porque tú, oh YHVH, has hecho del modo que te agrada!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Entonces clamaron a Yahveh, diciendo: '¡Oh Yahveh! ¡Que no perezcamos nosotros por causa de este hombre, ni nos hagas responsables de sangre inocente, ya que tú, Yahveh, has hecho lo que has querido!'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces clamaron a Jehová, y dijeron: Te rogamos oh Jehová, te rogamos, no dejes que perezcamos por la vida de este hombre, ni pongas sobre nosotros la sangre inocente: porque tú, oh Jehová, has hecho como has querido.

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Otras versiones



Jonás 1:14
15 Referencias Cruzadas  

Quien derrame sangre de hombre verá la suya derramada por el hombre, porque Dios ha hecho al hombre a su imagen.


En su angustia gritaron al Señor, y él los libró de sus apuros.


Nuestro Dios está en los cielos, él hace todo lo que quiere.


El Señor hace todo lo que quiere en el cielo y en la tierra, en el mar y en todos los abismos.


Señor, en la angustia te buscábamos; te hemos invocado mientras tu castigo nos hería.


Los hombres trataron de alcanzar la costa a remo, pero en vano, porque el mar seguía encrespándose contra ellos.


Entonces aquellos hombres cobraron un gran respeto al Señor, le ofrecieron un sacrificio y le hicieron promesas.


Los marineros, aterrados, comenzaron a invocar cada uno a su dios; luego echaron al mar la carga para aligerar el peso. Jonás, mientras tanto, que había bajado al fondo de la nave, se había acostado y dormía profundamente.


Que se cubran de saco los hombres y los animales, y que invoquen a Dios con fuerza; que cada uno se convierta de su mala conducta y de la violencia de sus manos.


Sí, Padre, porque así lo has querido.


Cuando los indígenas vieron la víbora colgando de su mano, se decían unos a otros: 'Este hombre es ciertamente un asesino; se ha librado del mar, pero la justicia divina no le permite vivir'.


En Cristo también hemos sido hechos herederos, predestinados según el designio del que todo lo hace conforme a su libre voluntad,


dándonos a conocer el designio misterioso de su voluntad, según los planes que se propuso realizar por medio de Cristo


Oh, Señor, perdona a tu pueblo Israel, al que rescataste, y no permitas que en medio de Israel, tu pueblo, se derrame sangre inocente; así se verán libres de la venganza de la sangre.