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Jeremías 9:8 - Biblia Martin Nieto

¿Y no he de castigarlos yo por estas cosas -dice el Señor-, y de un pueblo como éste no he de tomar venganza?'.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Saeta afilada es la lengua de ellos; engaño habla; con su boca dice paz a su amigo, y dentro de sí pone sus asechanzas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pues sus lenguas lanzan mentiras como flechas envenenadas. Dicen palabras amistosas a sus vecinos mientras en el corazón traman matarlos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

¿Y no he de castigarles yo por estas cosas?, dice Yavé. ¿De gente como ésta, no me vengaré?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

Su lengua es cual saeta mortífera que habla engaño. Con su boca hablan paz con su prójimo, Pero dentro de sí colocan su emboscada.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

¿No debo castigarlos por estas cosas -oráculo de Yahveh-, y de una nación como ésta no he de vengarme?'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Saeta afilada es la lengua de ellos; engaño habla; con su boca habla paz con su prójimo, pero en su corazón pone su asechanza.

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Otras versiones



Jeremías 9:8
21 Referencias Cruzadas  

Cuando Abner volvió a Hebrón, Joab le llevó aparte, al lado de la puerta, como para hablar pacíficamente con él, y allí le hirió mortalmente en el vientre, por la sangre de Asael, su hermano.


Auxilio, Señor, que ya no hay hombres fieles, la lealtad ya no existe entre los hombres;


sólo mentiras dice el uno al otro, labios aduladores, doblez de corazón.


¿Qué te va a dar Dios o qué te va a añadir, oh lengua falsa?


No me arrebates con los malvados y con los malhechores, que hablan de paz a los demás, y su corazón está lleno de malicia.


no hablan nunca de paz y levantan calumnia a los que quieren la paz;


Levantan la mano contra sus aliados y rompen el pacto;


Desde los cielos mandará a salvarme, fustigará a mis opresores, enviará su amor y su verdad.


Desde su altura tratan de derrocarme, se complacen en la falsedad; con la boca bendicen y con el corazón maldicen.


Pero Dios lanza sus flechas contra ellos y de repente brotan sus heridas;


Maza, espada y saeta aguda, tal es el hombre que da un falso testimonio contra su prójimo.


Sí, hay en mi pueblo criminales, que colocan redes; como pajareros ponen trampas, mas para cazar a los hombres.


¿Y no he de castigar tales acciones? -dice el Señor-. ¿De una nación como ésta no he de vengarme?


Desconfíe cada uno de su prójimo, no os fiéis de un hermano, pues todo hermano estafa y todo amigo siembra calumnias.


Uno a otro se engañan, no se dicen la verdad, han acostumbrado su lengua a la mentira. Están pervertidos, son incapaces de cambiar.


¡Fraude sobre fraude! ¡Engaño sobre engaño! No quieren conocerme -dice el Señor-.


Sus ricos están llenos de injusticia, sus habitantes hablan falsedad, en su boca hay una lengua engañadora.