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Jeremías 12:8 - Biblia Martin Nieto

Mi heredad ha sido para mí como un león en la selva; ha lanzado contra mí sus rugidos; por eso la detesto.

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Biblia Reina Valera 1960

Mi heredad fue para mí como león en la selva; contra mí dio su rugido; por tanto, la aborrecí.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Mi pueblo elegido ha rugido contra mí como un león en la selva, por eso lo traté con desprecio.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Los míos se han portado conmigo como un león de la selva, que ha lanzado contra mí sus rugidos; por eso, les tengo rencor.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Porque mi heredad, rugiendo como león feroz, se volvió contra mí; Por eso la he aborrecido.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Mi heredad fue para mí como león en la selva: lanzó contra mí su rugido, por eso la aborrecí.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Mi heredad es para mí como león en la selva; rugió contra mí; por tanto, la aborrecí.

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Otras versiones



Jeremías 12:8
8 Referencias Cruzadas  

ser unos traidores, olvidarnos del Señor, apostatar de nuestro Dios, hablar de opresión y de rebelión, tramar planes para engañar a los demás.


Contra él han rugido leones, han lanzado su aullido. Ha sido devastada su tierra, sus ciudades incendiadas, despobladas.


A una rugen como leones, gruñen como leoncillos.


Entonces patentizó su desvergüenza y descubrió su desnudez; y yo me aparté de ella como me había apartado de su hermana.


Toda su perversidad se manifestó en Guilgal; sí, allí les cobré odio. Por la crueldad de sus acciones, los echaré de mi casa; ya no he de amarlos más; todos sus jefes son rebeldes.


El Señor Dios ha jurado por sí mismo, palabra del Señor, Dios omnipotente: Yo detesto la soberbia de Jacob y odio sus palacios; entregaré la ciudad y cuanto hay en ella;


Pero vosotros estáis contra mi pueblo, como enemigos os habéis levantado; a los pacíficos les quitáis el manto, a los que caminan confiados los tratáis como enemigos de guerra.


En un mes rechacé a tres pastores. Llegué a asquearme de las ovejas, y también ellas se cansaron de mí.