La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Filemón 1:20 - Biblia Martin Nieto

Hermano, como cristiano que eres, hazme este favor; dame este consuelo en Cristo.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Sí, hermano, tenga yo algún provecho de ti en el Señor; conforta mi corazón en el Señor.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Sí, mi hermano, te ruego que me hagas este favor por amor al Señor. Dame ese ánimo en Cristo.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Vamos, hermano, espero de ti este servicio en el Señor; reconfórtame en Cristo.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Sí, hermano, que yo me beneficie° de ti en el Señor; conforta mi corazón en el Mesías.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Sí, hermano, que saque yo algún provecho de ti en el Señor. ¡Alivia mi corazón en Cristo!

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Sí, hermano, góceme yo de ti en el Señor; recrea mis entrañas en el Señor.

Ver Capítulo
Otras versiones



Filemón 1:20
14 Referencias Cruzadas  

tranquilizándome a mí, como ahora lo harán a vosotros. A personas así debéis estar reconocidos.


Porque si yo os entristezco, ¿quién podría alegrarme sino vosotros a los que yo mismo causé tristeza?


Esto nos ha llenado de consuelo. Y mucho más que por el consuelo que hemos recibido, nos hemos alegrado al ver a Tito tan contento por lo bien que le habéis tratado y por los ánimos que le habéis dado.


Dios es testigo de todo lo que os quiero en las entrañas de Cristo Jesús.


Por tanto, hermanos míos queridísimos, mi alegría y mi corona, manteneos firmes en el Señor, queridos míos.


Te lo envío como si te enviara mi propio corazón.


Tu amor me ha colmado de alegría y de consuelo, porque, gracias a ti, hermano, el corazón de los creyentes se ha tranquilizado.


Obedeced a vuestros jefes y estadles sumisos, porque ellos cuidan de vuestras vidas, de las cuales deberán dar cuenta, para que lo hagan con alegría y no con lágrimas, lo que no os beneficiaría nada.


Si alguno tiene bienes de este mundo, ve a su hermano en la necesidad y le cierra sus entrañas, ¿cómo puede estar en él el amor de Dios?


Mi mayor alegría está en oír que mis hijos caminan en la verdad.