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Éxodo 8:3 - Biblia Martin Nieto

Pero los magos hicieron lo mismo con sus encantamientos. Hicieron subir las ranas sobre todo Egipto.

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Biblia Reina Valera 1960

Y el río criará ranas, las cuales subirán y entrarán en tu casa, en la cámara donde duermes, y sobre tu cama, y en las casas de tus siervos, en tu pueblo, en tus hornos y en tus artesas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

El río Nilo se colmará de ranas. Saldrán del río y se meterán en tu palacio, ¡hasta en tu dormitorio y sobre tu cama! Entrarán en las casas de tus funcionarios y de tu gente. Incluso saltarán en tus hornos y en los recipientes donde amasan tu pan.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Los brujos de Egipto hicieron lo mismo, y también hicieron salir ranas por todo Egipto.

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La Biblia Textual 3a Edicion

El Nilo bullirá con ranas, las cuales subirán y penetrarán en tu palacio, en tu alcoba y sobre tu propio lecho, así como en las casas de tus siervos y entre tu pueblo, en tus hornos y en tus artesas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero los magos lograron otro tanto con sus encantamientos e hicieron subir ranas sobre la tierra de Egipto.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y el río criará ranas, las cuales subirán, y entrarán en tu casa, y en la cámara de tu cama, y sobre tu cama, y en las casas de tus siervos, y en tu pueblo, y en tus hornos, y en tus artesas:

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Éxodo 8:3
8 Referencias Cruzadas  

Pero, cuando estaban matando a los hijos del rey, Josebá, hija del rey, tomó a Joás, hijo de Ocozías, y lo escondió con su nodriza en el dormitorio. De esta manera, Josebá, hija del rey Jorán, mujer del sacerdote Yehoyadá y hermana de Ocozías, lo libró de Atalía, que no lo mató.


infestó de ranas el país, hasta la misma alcoba del rey.


Invadirá tus casas, las de tus servidores y las de todos los egipcios, como nunca vieron tus padres, ni tus abuelos, desde que aparecieron en la tierra hasta hoy'. Moisés se retiró y salió de la casa del Faraón.


El pueblo se cargó a la espalda las artesas, envueltas en los mantos, con la masa antes que fermentara.


El Faraón llamó a los sabios y encantadores, y ellos, los magos de Egipto, hicieron otro tanto con sus encantamientos.


Pero el Faraón, viendo que se le daba respiro, endureció su corazón y no les escuchó, como había dicho el Señor.


Aarón extendió su mano sobre las aguas de Egipto, y las ranas subieron y cubrieron todo Egipto.


El Faraón llamó a Moisés y a Aarón y les dijo: 'Rogad al Señor que aleje las ranas de mí y de mi pueblo, y yo dejaré ir al pueblo para que ofrezca sacrificios al Señor'.