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Éxodo 37:6 - Biblia Martin Nieto

Hizo el propiciatorio de oro puro, de un metro y veinticinco centímetros de largo por setenta y cinco centímetros de ancho.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Hizo asimismo el propiciatorio de oro puro; su longitud de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Después hizo la tapa del arca —el lugar de la expiación— de oro puro. Medía un metro con quince centímetros de largo, por sesenta y nueve centímetros de ancho.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Hizo el Lugar del Perdón de oro puro, de dos codos y medio de largo y codo y medio de ancho.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Hizo asimismo el propiciatorio de oro puro, dos codos y medio su longitud, y un codo y medio su anchura.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Hizo el propiciatorio de oro puro, de dos codos y medio de largo por codo y medio de ancho.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

E hizo el propiciatorio de oro puro; su longitud era de dos codos y medio, y su anchura de un codo y medio.

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Otras versiones



Éxodo 37:6
11 Referencias Cruzadas  

David dejó a su hijo Salomón el modelo del pórtico, del cuerpo central, de las cámaras superiores, de las piezas interiores y de la cámara del propiciatorio.


la tienda de la reunión, el arca del testimonio, el propiciatorio que está sobre ella y todos los utensilios del tabernáculo:


y las pasó por los anillos de los lados del arca para poder llevarla.


Los dos querubines, de oro batido, los puso en los dos extremos del propiciatorio,


a quien Dios ha propuesto como propiciación para que, mediante la fe, se obtenga por su sangre el perdón de los pecados. Puso de manifiesto su justicia al pasar pacientemente por alto los pecados del pasado,


Pero cuando se cumplió el tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley,


que se entregó a sí mismo por nosotros para redimirnos y hacer de nosotros un pueblo escogido, limpio de todo pecado y dispuesto a hacer siempre el bien.


y sobre el arca, los querubines de la gloria cubrían con su sombra el propiciatorio. No es éste el lugar para hablar de todo esto en detalle.


Él se ofrece en expiación por nuestros pecados; y no sólo por los nuestros, sino por los de todo el mundo.