Elías se fue de allí en busca de Eliseo, al que encontró arando. Tenía delante de sí doce yuntas de bueyes, y él araba con la duodécima. Elías pasó junto a él y le echó encima su capa.
Éxodo 3:1 - Biblia Martin Nieto Moisés era el pastor del ganado de Jetró, su suegro, sacerdote de Madián. Llevó el ganado más allá del desierto y llegó al monte de Dios, el Horeb. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Cierto día Moisés se encontraba apacentando el rebaño de su suegro, Jetro, quien era sacerdote de Madián. Llevó el rebaño al corazón del desierto y llegó al Sinaí, el monte de Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) Moisés cuidaba las ovejas de Jetró, su suegro, sacerdote de Madián. Una vez llevó las ovejas muy lejos en el desierto y llegó al cerro de Horeb, esto es, el Cerro de Dios. La Biblia Textual 3a Edicion Apacentaba Moisés el rebaño de su suegro Jetro, sacerdote de Madián, y condujo el rebaño al extremo del desierto y llegó a Horeb,° monte de ’Elohim. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Apacentaba Moisés el rebaño de Yetró, su suegro, sacerdote de Madián. Trashumando con el rebaño por el desierto, llegó hasta la montaña de Dios, Horeb. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y apacentando Moisés el rebaño de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó el rebaño detrás del desierto, y vino a Horeb, al monte de Dios. |
Elías se fue de allí en busca de Eliseo, al que encontró arando. Tenía delante de sí doce yuntas de bueyes, y él araba con la duodécima. Elías pasó junto a él y le echó encima su capa.
Se levantó, comió y bebió, y con la fuerza de aquel manjar caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta el monte de Dios, el Horeb.
Yo estaré delante de ti, allí, en la roca de Horeb. Tú golpearás la roca, que manará agua, y el pueblo beberá'. Así lo hizo Moisés en presencia de los ancianos de Israel.
Luego Jetró, suegro de Moisés, ofreció holocaustos y sacrificios al Señor. Y Aarón y todos los ancianos de Israel comieron con el suegro de Moisés en presencia del Señor.
que estén así preparados para pasado mañana, pues pasado mañana el Señor bajará al monte Sinaí a la vista de todo el pueblo.
Partieron de Rafidín y llegaron al desierto de Sinaí, donde acamparon. Israel acampó frente a la montaña.
Moisés subió hacia Dios, y el Señor le llamó desde la montaña diciendo: 'Di a la casa de Jacob y a todos los israelitas:
El sacerdote de Madián tenía siete hijas. Vinieron éstas a sacar agua, y cuando estaban llenando los abrevaderos para dar de beber al rebaño de su padre,
Al volver a casa, Ragüel, su padre, les preguntó: '¿Cómo volvéis hoy tan pronto?'.
Moisés aceptó quedarse a vivir en casa de aquel hombre, que le dio a su hija Séfora por mujer.
Dios le dijo: 'Yo estaré contigo, y ésta será la señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado al pueblo de Egipto, adoraréis a Dios sobre este monte'.
Dios le dijo: 'No te acerques. Descálzate, porque el lugar en que estás es tierra santa'.
Moisés volvió a casa de Jetró, su suegro, y le dijo: 'Déjame marchar y volver a mis hermanos, que están en Egipto, para ver si todavía están vivos'. Jetró le dijo: 'Vete en paz'.
El Señor dijo a Aarón: 'Sal al encuentro de Moisés en el desierto'. Fue y, cuando lo encontró en el monte de Dios, lo besó.
Mensaje de Amós, uno de los pastores de Técoa. Visión que tuvo acerca de Israel en los días de Ozías, rey de Judá, y en los días de Jeroboán, hijo de Joás, rey de Israel, dos años antes del terremoto.
Moisés dijo a Jobab, hijo de su suegro Ragüel, el madianita: 'Nosotros partimos hacia la tierra que el Señor ha prometido darnos. Vente con nosotros y te trataremos bien, porque el Señor ha prometido favorecer a Israel'.
Partieron de la montaña del Señor e hicieron tres días de camino. El arca de la alianza del Señor iba delante, buscando un sitio donde acampar.
Había en la misma región unos pastores acampados al raso, guardando por turno sus rebaños.
Cuarenta años después, se le apareció en el desierto del monte Sinaí un ángel en la llama de una zarza ardiente.
Desde el Horeb a Cades Barne, por los montes de Seír, hay once días de camino.
'El Señor, nuestro Dios, nos dijo en el Horeb: Ya habéis estado bastante tiempo en este monte.
Recuerda el día que estabas en presencia del Señor, tu Dios, en el Horeb, cuando el Señor me dijo: Reúne al pueblo en torno mío para que yo le haga oír mis palabras y sepan temerme todos los días de su vida sobre la tierra, y enseñen a hacer otro tanto a sus hijos.
Jéber, el quenita, se había separado de la tribu de Caín, de los hijos de Jobab, suegro de Moisés, y había plantado sus tiendas alrededor de la encina de Saananín, cerca de Cades.
Entonces Samuel preguntó a Jesé: '¿Están aquí todos tus muchachos?'. Él contestó: 'Falta el pequeño, que está guardando ovejas'. Samuel le dijo: 'Manda a buscarle, pues no nos sentaremos a la mesa hasta que haya venido'.