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Éxodo 2:3 - Biblia Martin Nieto

Como ya no podía ocultarlo más, tomó una cestita de papiro, la calafateó con betún y pez, puso en ella al niño y la dejó entre los juncos de la orilla del río.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Pero no pudiendo ocultarle más tiempo, tomó una arquilla de juncos y la calafateó con asfalto y brea, y colocó en ella al niño y lo puso en un carrizal a la orilla del río.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Cuando ya no pudo ocultarlo más, tomó una canasta de juncos de papiro y la recubrió con brea y resina para hacerla resistente al agua. Después puso al niño en la canasta y la acomodó entre los juncos, a la orilla del río Nilo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Como no podía ocultarlo por más tiempo, tomó un canasto de papiro, lo recubrió con alquitrán y brea, metió en él al niño y lo puso entre los juncos, a la orilla del río Nilo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero no pudiendo ocultarlo más tiempo, tomó una cesta° de juncos, la calafateó con asfalto y brea, colocó al niño en ella, y la puso en el juncal, a la orilla del Nilo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

No pudiendo tenerlo escondido por más tiempo, tomó una cesta de papiro, la calafateó con betún y pez, puso en ella al niño y la dejó entre los juncos de la ribera del Nilo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Pero no pudiendo ocultarle más tiempo, tomó una arquilla de juncos, y la calafateó con asfalto y betún, y colocó en ella al niño, y lo puso en un carrizal a la orilla del río.

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Otras versiones



Éxodo 2:3
10 Referencias Cruzadas  

Y se dijeron unos a otros: 'Ea, hagamos ladrillos y cozámoslos al fuego'. Se sirvieron de los ladrillos en lugar de piedras, y de betún en lugar de argamasa.


El valle de Sidín estaba lleno de pozos de betún. Los reyes de Sodoma y Gomorra se dieron a la fuga y cayeron allí muchos, y los que pudieron salvarse huyeron a los montes.


Hazte un arca de maderas resinosas, divídela en compartimientos y calafatéala con pez por dentro y por fuera.


Entonces el Faraón dio esta orden a todo el pueblo: 'Echad al río a todo varón que nazca, pero dejad vivir a las niñas'.


la que manda por el mar mensajeros en canoas de juncos sobre las aguas! Marchad, mensajeros veloces, hacia la gente espigada y bronceada; al pueblo temido desde siempre, gente robusta, dominante, tierra surcada de ríos.


apestarán los canales, los brazos del Nilo menguarán y se secarán, cañas y juncos se amustiarán.


la tierra ardiente se trocará en estanque, el suelo sediento en hontanar de aguas; y el cubil donde yacían los chacales se volverá verdor de cañas y de juncos.


Tan pronto como se marcharon, un ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: 'Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y estáte allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo'.


Entonces Herodes, al ver que los magos se habían burlado de él, montó en cólera y mandó matar a todos los niños de Belén y de todo su territorio, de dos años para abajo, según el tiempo que había calculado por los magos.


Éste se portó cruelmente con nuestros padres y les obligó a abandonar a sus hijos recién nacidos, para que se extinguiese la raza.