Elías se presentó al pueblo y dijo: '¿Hasta cuándo andaréis cojeando de las dos piernas? Si el Señor es Dios, seguidle; y si lo es Baal, seguidle a él'. Pero el pueblo no respondió palabra.
Éxodo 10:3 - Biblia Martin Nieto Moisés y Aarón se presentaron al Faraón, y le dijeron: 'Esto dice el Señor, Dios de los hebreos: ¿Hasta cuándo te negarás a humillarte delante de mí? Deja salir a mi pueblo para que me sirva. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Entonces vinieron Moisés y Aarón a Faraón, y le dijeron: Jehová el Dios de los hebreos ha dicho así: ¿Hasta cuándo no querrás humillarte delante de mí? Deja ir a mi pueblo, para que me sirva. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que Moisés y Aarón fueron ante el faraón y le dijeron: «Esto dice el Señor, Dios de los hebreos: “¿Hasta cuándo te negarás a someterte a mí? Deja ir a mi pueblo para que me adore. Biblia Católica (Latinoamericana) Moisés y Aarón fueron al palacio de Faraón, al que le dijeron: 'Esto dice Yavé, Dios de los hebreos: ¿Hasta cuándo te negarás a humillarte ante mí? Deja que mi pueblo salga para ofrecerme sacrificios. La Biblia Textual 3a Edicion Moisés y Aarón se presentaron ante Faraón, y le dijeron: Así dice YHVH, el Dios de los hebreos: ¿Hasta cuándo rehusarás humillarte en mi presencia y dejar partir a mi pueblo para que me sirva? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Moisés y Aarón fueron al Faraón y le dijeron: 'Así habla Yahveh, Dios de los hebreos: '¿Hasta cuándo te negarás a humillarte ante mí? Deja ir a mi pueblo para que me rinda culto.' Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Moisés y Aarón vinieron a Faraón, y le dijeron: Así dice Jehová Dios de los hebreos: ¿Hasta cuándo no querrás humillarte delante de mí? Deja ir a mi pueblo para que me sirvan. |
Elías se presentó al pueblo y dijo: '¿Hasta cuándo andaréis cojeando de las dos piernas? Si el Señor es Dios, seguidle; y si lo es Baal, seguidle a él'. Pero el pueblo no respondió palabra.
'¿Has visto cómo Ajab se ha humillado ante mí? Por eso, no acarrearé la desgracia sobre su casa en sus días, sino en los días de su hijo'.
Por haberse conmovido tu corazón y haberte humillado delante del Señor al oír las palabras con que él ha amenazado a este lugar y a sus habitantes, el terror y la maldición, y haber llorado delante de mí, yo también te he escuchado, dice el Señor.
En medio de su angustia imploró al Señor, su Dios, y se humilló profundamente delante del Dios de sus padres.
Su oración y su acogida, todas sus prevaricaciones y su impiedad, los lugares en los que levantó altares y puso imágenes de Aserá e ídolos antes de su conversión, están escritos en las crónicas de Jozay.
Por haberse conmovido tu corazón y haberte humillado delante del Señor al oír las palabras con que él ha amenazado a este lugar y a sus habitantes, por haberte humillado delante de mí, por haberte rasgado las vestiduras y haber llorado delante de mí, también yo te he escuchado, dice el Señor.
si este mi pueblo, el pueblo que lleva mi nombre, se humilla, reza, busca mi rostro y se convierte de sus malos caminos, yo escucharé desde el cielo, perdonaré sus pecados y restauraré su tierra.
El Señor dijo a Moisés: '¿Hasta cuándo os resistiréis a observar mis mandatos y mis leyes?
Te digo que dejes salir a mi hijo para que me sirva; si no le dejas salir, yo mataré a tu hijo primogénito'.
Después de esto, Moisés y Aarón se presentaron ante el Faraón y le dijeron: 'Esto dice el Señor, Dios de Israel: Deja ir a mi pueblo para que celebre una fiesta en el desierto'.
'¿Hasta cuándo, jóvenes inexpertos, amaréis la inexperiencia, los insolentes se deleitarán en la insolencia, y los necios aborrecerán la ciencia?
Antes de la caída se eleva el corazón del hombre, la humildad precede a la gloria.
¿Para qué golpearos todavía, si os seguís rebelando? Enferma está toda la cabeza, el corazón entero dolorido.
Los ojos soberbios del hombre serán abatidos, y la arrogancia de los mortales se doblegará; sólo el Señor será exaltado el día aquel.
Este pueblo malvado, que no quiere escuchar mi palabra, que sigue el capricho de su duro corazón y va en pos de otros dioses para servirlos y postrarse ante ellos, quedará como ese cinturón, que ya no sirve para nada.
Di al rey y a la reina: Sentaos en el suelo, porque ha caído de vuestra cabeza vuestra magnífica corona.
¡Convocad contra Babilonia a los arqueros! Vosotros todos, los que tensáis el arco, acampad en torno a ella, que no tenga escape. Pagadle con arreglo a sus obras; todo lo que ella hizo, haced con ella, pues se ha insolentado contra el Señor, contra el Santo de Israel.
Pero ella se ha rebelado contra mis leyes con más perversidad que estas naciones, y contra mis decretos más que los países que la circundan, pues han desechado mis leyes y no han procedido según mis mandamientos.
Y tú, Baltasar, hijo suyo, tampoco has conservado humilde tu corazón, a pesar de que sabías todo esto;
'¿Hasta cuándo habré de soportar a esta comunidad perversa que murmura contra mí? He oído las murmuraciones de los israelitas contra mí.
¿O es que desprecias la grandeza de su bondad, de su paciencia y de su generosidad, y no te das cuenta de que la bondad de Dios te empuja al arrepentimiento?
Cuidado con no escuchar al que os habla; pues si aquéllos, por no escuchar al que promulgaba oráculos en la tierra no escaparon al castigo, ¡con cuánta mayor razón no escaparemos nosotros si volvemos la espalda a aquel que habla desde el cielo!
Humillaos, pues bajo la poderosa mano de Dios, para que os ensalce a su debido tiempo.