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Éxodo 10:27 - Biblia Martin Nieto

Pero el Señor endureció el corazón del Faraón, que no quiso dejarlos ir.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Pero Jehová endureció el corazón de Faraón, y no quiso dejarlos ir.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pero el Señor endureció el corazón del faraón una vez más, y no quiso dejarlos salir.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

y ni siquiera sabemos cuáles animales hemos de ofrecer hasta que lleguemos al lugar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero YHVH endureció el corazón de Faraón, y no consintió en dejarlos partir.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero Yahveh endureció el corazón del Faraón, que no quiso dejarles salir.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Mas Jehová endureció el corazón de Faraón, y no quiso dejarlos ir.

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Éxodo 10:27
9 Referencias Cruzadas  

El Señor dijo a Moisés: 'Preséntate al Faraón, porque yo he endurecido su corazón y el de sus servidores para realizar en medio de ellos mis prodigios,


Pero el Señor endureció el corazón del Faraón, que no dejó salir a los israelitas.


Y Moisés y Aarón habían realizado todos estos prodigios en presencia del Faraón. Pero el Señor endureció el corazón del Faraón, que no dejó salir de su país a los israelitas.


Yo endureceré el corazón del Faraón, y os perseguirá; yo seré glorificado a costa del Faraón y de todo su ejército; los egipcios reconocerán que yo soy el Señor'. Y así lo hicieron.


El Señor endureció el corazón del Faraón, rey de Egipto, que persiguió a los israelitas que habían partido con la frente alta.


El Señor le dijo: 'En el camino hacia Egipto recuerda los prodigios que he puesto en tu mano y que tienes que hacer delante del Faraón. Yo endureceré su corazón de modo que no dejará salir al pueblo.


Así pues, tiene misericordia de quien quiere, y a quien quiere le endurece el corazón.


Los demás hombres que no fueron exterminados por estas plagas no se arrepintieron de las obras de sus manos, ni cesaron de adorar a los demonios y a los ídolos de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, que no podían ni ver, ni oír, ni caminar;