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Ester 6:12 - Biblia Martin Nieto

Mardoqueo volvió luego a la puerta real, mientras Amán volvía a su casa triste y descompuesto.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Después de esto Mardoqueo volvió a la puerta real, y Amán se dio prisa para irse a su casa, apesadumbrado y cubierta su cabeza.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Después Mardoqueo regresó a la puerta del palacio, mientras que Amán se apresuró a volver a su casa desalentado y totalmente humillado.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Luego Mardoqueo regresó a la puerta del rey, mientras que Amán se volvía precipitadamente a su casa, avergonzado y tapándose la cara.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y volvió Mardoqueo a la puerta real, mientras Amán regresaba apresuradamente a su casa, lamentándose y con la cabeza cubierta.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Luego Mardoqueo se volvió a la puerta real y Amán regresó en seguida a su casa, triste y con la cabeza cubierta.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Después de esto Mardoqueo se volvió a la puerta del rey, y Amán se fue corriendo a su casa, apesadumbrado y cubierta su cabeza.

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Otras versiones



Ester 6:12
14 Referencias Cruzadas  

David subía la pendiente de los olivos; subía llorando, con la cabeza cubierta y los pies descalzos, y todo el pueblo que le acompañaba iba también con la cabeza cubierta y llorando.


Ajitófel, viendo que no se seguía su consejo, aparejó su asno y se fue a su casa, en su ciudad; puso todo en orden y se ahorcó. Así murió, y fue sepultado en el sepulcro de su padre.


Y el rey de Israel se fue a casa triste e irritado y entró en Samaría.


Ajab entró en su palacio triste e irritado porque Nabot, el yezraelita, no le había querido dar la herencia de sus padres. Se metió en la cama, volvió la cara a la pared y no probó bocado.


Le respondió: 'Porque he dicho a Nabot que me venda la viña o que me la cambie por otra y él no quiere'.


Azarías, el sacerdote jefe, y todos los sacerdotes se fijaron en él, vieron la lepra en su frente y se apresuraron a echarlo de allí, cuando él mismo salía ya precipitadamente, porque el Señor lo había castigado.


Al pasar al segundo harén, como las jóvenes,


Amán tomó los vestidos y el caballo, vistió a Mardoqueo y lo montó en el caballo en la plaza de la ciudad, gritando ante él: 'Así se trata a quien el rey quiere honrar'.


Cuando el rey volvió del jardín a la sala del banquete, encontró a Amán reclinado sobre el diván en el que estaba reclinada Ester, y gritó: '¿También quieres violentar a la reina delante de mí, en mi palacio?'. Al terminar de pronunciar estas palabras, taparon el rostro de Amán, y


es breve la alegría del malvado, su gozo es sólo de un instante?


En un país sujeto al poder de un malvado, vela él el rostro de los que le juzgan. Si no es él, ¿quién puede ser?


Samuel siguió acostado hasta la mañana, y entonces abrió las puertas del templo del Señor. Samuel tenía miedo de contar a Elí la visión que había tenido.