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Ester 1:11 - Biblia Martin Nieto

que trajeran a su presencia a la reina Vasti con la corona real, para mostrar su belleza al pueblo y a los jefes, pues era muy hermosa.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

que trajesen a la reina Vasti a la presencia del rey con la corona regia, para mostrar a los pueblos y a los príncipes su belleza; porque era hermosa.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

que le trajeran a la reina Vasti con la corona real en la cabeza. Quería que los nobles y los demás hombres contemplaran su belleza, porque era una mujer sumamente hermosa;

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Biblia Católica (Latinoamericana)

que le trajeran a la reina Vasti con la corona real en la cabeza. Quería jactarse de la belleza de la reina ante el pueblo y ante sus oficiales, pues en verdad era muy bella.

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La Biblia Textual 3a Edicion

que condujeran a la reina Vasti ante el rey, ornada con la corona real, para mostrar su belleza a la gente y a los príncipes, porque era muy hermosa.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

que trajeran a su presencia a la reina Vastí, con la corona real, para mostrar a los pueblos y a los grandes su belleza, pues era realmente muy hermosa.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

que trajesen a la reina Vasti delante del rey con la corona regia, para mostrar a los pueblos y a los príncipes su belleza; porque ella era de hermosa apariencia.

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Otras versiones



Ester 1:11
9 Referencias Cruzadas  

No había en todo Israel un hombre que fuese tan celebrado por su belleza como Absalón. Desde la planta de los pies hasta la coronilla de la cabeza no había defecto alguno en él.


Pero la reina Vasti se negó, a pesar del mandato del rey transmitido por los eunucos. El rey se enfadó mucho, montó en cólera y


Y el rey la prefirió a todas las demás mujeres, puso la corona real sobre su cabeza y la eligió por reina en sustitución de Vasti.


que se le pongan vestiduras como las que usa el rey, que se suba a un caballo como los que monta el rey, con una corona real en la cabeza.


El hombre traza su camino, pero el Señor dirige sus pasos.


Engañosa es la gracia, vana la belleza; la mujer que teme al Señor, ésa debe ser alabada.


Este hombre se llamaba Nabal, y su mujer, Abigaíl. La mujer era muy sensata y muy hermosa; el hombre, por el contrario, era duro y malo; era calebita.