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Daniel 2:10 - Biblia Martin Nieto

Los caldeos respondieron al rey: 'No hay hombre en el mundo que pueda adivinar lo que quiere el rey. Asimismo, jamás hubo rey, gobernador o jefe que preguntase una cosa semejante a algún mago, adivino o astrólogo.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Los caldeos respondieron delante del rey, y dijeron: No hay hombre sobre la tierra que pueda declarar el asunto del rey; además de esto, ningún rey, príncipe ni señor preguntó cosa semejante a ningún mago ni astrólogo ni caldeo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Los astrólogos respondieron al rey: —¡No hay nadie en la tierra que pueda decirle al rey lo que soñó! ¡Y ningún rey, por grande y poderoso que sea, jamás pidió tal cosa a sus magos, brujos o astrólogos!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Los astrólogos respondieron al rey: 'No hay nadie en la tierra que pueda hacer lo que el rey pide. Ningún rey, por grande y poderoso que haya sido, le ha pedido semejante cosa a alguno de sus magos, adivinos o astrólogos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Los caldeos respondieron ante el rey y dijeron: No hay hombre sobre la tierra que pueda declarar lo que pide el rey. Ningún rey, por poderoso que fuera, ha pedido cosa semejante a mago, astrólogo o caldeo alguno.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Los caldeos respondieron al rey: 'No hay nadie en el mundo que pueda resolver lo que pretende el rey. Por eso, ningún rey, por grande y poderoso que fuera, preguntó jamás cosa semejante a ningún mago, adivino o caldeo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Los caldeos respondieron delante del rey, y dijeron: No hay hombre sobre la tierra que pueda declarar el asunto del rey; pues ningún rey, príncipe, o señor, preguntó cosa semejante a ningún mago, ni astrólogo, ni caldeo.

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Otras versiones



Daniel 2:10
5 Referencias Cruzadas  

Estás cansada de tantos consejeros. ¡Levántense, pues, y sálvense los que miden el cielo, los que observan las estrellas y anuncian para cada mes lo que va a suceder!


El rey mandó llamar a los magos, adivinos, hechiceros y astrólogos para que le explicaran su sueño. Vinieron y se presentaron al rey,


Daniel le respondió: 'El misterio que el rey quiere saber no hay sabios ni magos, adivinos ni astrólogos que se lo puedan acertar.


Sin embargo, algunos caldeos se presentaron a acusar a los judíos.


Ésta era la visión de mi espíritu, en mi cama. Yo veía en medio de la tierra un árbol de impresionante altura.