La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




2 Corintios 13:3 - Biblia Martin Nieto

puesto que buscáis una prueba de que Cristo habla en mí. Cristo no ha sido débil con vosotros, ha demostrado su poder entre vosotros.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

pues buscáis una prueba de que habla Cristo en mí, el cual no es débil para con vosotros, sino que es poderoso en vosotros.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Les daré todas las pruebas que quieran de que Cristo habla por medio de mí. Cristo no es débil cuando trata con ustedes; es poderoso entre ustedes.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Así podrán comprobar que Cristo habla por mí. El no se muestra débil con ustedes, sino que más bien actúa con poder.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

puesto que buscáis una evidencia del Mesías que habla en mí, el cual no es débil para con vosotros, sino que es poderoso en vosotros.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

ya que andáis buscando pruebas de que es Cristo quien habla por mí. Él no se muestra débil para con vosotros, sino que ejerce en vosotros su poder.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

pues que buscáis una prueba de que Cristo habla en mí, el cual no es débil para con vosotros, antes es poderoso en vosotros.

Ver Capítulo
Otras versiones



2 Corintios 13:3
14 Referencias Cruzadas  

Pues no sois vosotros los que habláis, es el Espíritu de vuestro Padre el que habla en vosotros.


pues yo os daré un lenguaje y una sabiduría que no podrán resistir ni contradecir todos vuestros adversarios.


Pero, a mi parecer, será más feliz si continúa como está; ésta es mi opinión; y creo que yo también tengo el Espíritu de Dios.


Yo mismo, Pablo, os lo pido por la ternura y la bondad de Cristo; yo, tan tímido cuando estoy entre vosotros y tan valiente cuando estoy lejos.


las armas con que lucho no son humanas, sino divinas; capaces de destruir fortalezas, de deshacer las acusaciones


Lo característico del verdadero apóstol se verificó ante vosotros: paciencia constante, señales, prodigios y milagros.


Al que perdonáis, yo también lo perdono; lo que yo perdono, si es que tengo algo que perdonar, lo perdono por amor a vosotros y en la presencia de Cristo;


A ése ya le basta con el castigo que le ha impuesto la mayoría.


Y Dios puede volcar sus gracias sobre vosotros, para que, teniendo siempre lo suficiente en todo, crezcáis en toda obra buena.