La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




2 Corintios 12:11 - Biblia Martin Nieto

He hecho el tonto, pero vosotros me obligasteis. Pues debíais alabarme, ya que en nada les fui en zaga a los más eximios apóstoles, aunque nada soy.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Me he hecho un necio al gloriarme; vosotros me obligasteis a ello, pues yo debía ser alabado por vosotros; porque en nada he sido menos que aquellos grandes apóstoles, aunque nada soy.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Ustedes hicieron que me comportara como un necio. Deberían estar escribiendo elogios acerca de mí, porque no soy de ninguna manera inferior a esos «superapóstoles», aun cuando no soy nada en absoluto.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

He dicho tonterías, pero ustedes me obligaron. Ustedes debían haber hecho mis elogios, pues en nada me ganan los superapóstoles, aunque nada soy.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Me he hecho insensato;° vosotros me forzasteis; pues yo debía ser alabado por vosotros, porque en nada fui menos que aquellos grandes apóstoles,° aunque nada soy.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

He hecho el insensato. Vosotros me obligasteis. Erais vosotros quienes deberíais recomendarme, porque, aunque no soy nada, nada desmerezco frente a esos superapóstoles.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Me he hecho un necio al gloriarme; vosotros me obligasteis; pues yo debía ser alabado por vosotros; porque en nada soy menos que aquellos grandes apóstoles, aunque nada soy.

Ver Capítulo
Otras versiones



2 Corintios 12:11
17 Referencias Cruzadas  

Que te alabe otro, pero no tu boca; un extraño, pero no tus labios.


Así también vosotros, cuando hayáis hecho lo que se os haya ordenado, decid: Somos siervos inútiles; hemos hecho lo que debíamos hacer'.


Aunque tenga el don de profecía y conozca todos los misterios y toda la ciencia, y aunque tenga tanta fe que traslade las montañas, si no tengo amor, no soy nada.


Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, el presente y el futuro, todo es vuestro;


Si tenemos que sufrir, es para vuestro consuelo y salvación. Si somos consolados, es para que vosotros también lo seáis y tengáis ánimos para soportar con paciencia los sufrimientos que nosotros pasamos.


¡Ojalá me toleraseis un poco mi desatino! Sí, soportádmelo.


Pero yo creo que en nada soy inferior a esos eminentes apóstoles.


Lo característico del verdadero apóstol se verificó ante vosotros: paciencia constante, señales, prodigios y milagros.


Si intentase presumir, no sería ninguna tontería, pues diría la verdad; pero no lo hago, para que nadie me considere sobre lo que ve en mí y oye de mí.


¿Estoy comenzando a recomendarme de nuevo? ¿O es que necesito, como algunos, cartas de recomendación para vosotros o de vosotros?


Pues si hemos perdido el juicio, es por Dios; si somos cuerdos, es por vosotros.


Porque si alguno se imagina ser algo, siendo así que es nada, se engaña a sí mismo.


A mí, el más insignificante de todos los cristianos, se me ha concedido el privilegio de evangelizar a los paganos, de anunciar la incalculable riqueza de Cristo,