La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




1 Corintios 5:3 - Biblia Martin Nieto

Pues yo, por mi parte, corporalmente ausente, pero espiritualmente presente, he dictado ya mi sentencia sobre el que está actuando así:

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Ciertamente yo, como ausente en cuerpo, pero presente en espíritu, ya como presente he juzgado al que tal cosa ha hecho.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Aunque no estoy con ustedes en persona, sí lo estoy en el Espíritu; y como si estuviera ahí, ya emití mi juicio sobre ese hombre

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Sepan que ya he juzgado al culpable como si estuviese presente, pues estoy ausente en cuerpo pero presente en espíritu.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Porque yo en verdad, aunque ausente en cuerpo, pero presente en espíritu, ya he juzgado como si estuviera presente al que así obró:

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Yo, por mi parte, aunque ausente en cuerpo, pero presente en espíritu, he pronunciado ya, como si estuviera presente, mi sentencia contra el que ha hecho tal cosa.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Porque yo ciertamente, como ausente en cuerpo, mas presente en espíritu, ya he juzgado como si estuviera presente al que tal acción ha cometido.

Ver Capítulo
Otras versiones



1 Corintios 5:3
6 Referencias Cruzadas  

A mí no me corresponde juzgar a los de fuera. Pero a vosotros sí os corresponde juzgar a los de dentro.


Yo mismo, Pablo, os lo pido por la ternura y la bondad de Cristo; yo, tan tímido cuando estoy entre vosotros y tan valiente cuando estoy lejos.


piense ese individuo que lo que digo de lejos por carta soy capaz de llevarlo a la práctica cuando esté con vosotros.


Lo dije entonces, en mi segunda visita, y lo vuelvo a decir ahora, lejos de vosotros, a los que pecaron antes, como a todos los demás; cuando vuelva no andaré con miramientos,


Pues, aunque corporalmente me hallo ausente, en espíritu me encuentro en vuestra compañía, complaciéndome al ver la disposición inquebrantable de vuestra fe en Cristo.


Nosotros, hermanos, en este breve espacio de tiempo que hemos estado separados de vosotros, aunque espiritualmente no lo hemos estado, hemos sentido un deseo todavía más vivo de volver a veros.